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Cómo hacerte con un Koenigsegg Jesko de 3 millones partiendo de 100 euros en tu cuenta corriente

El Koenigsegg Jesko es un hipercoche tan raro como rápido, una auténtica bestia que resulta prácticamente inalcanzable para la mayoría de nosotros debido a su astronómico precio y a su producción limitada. Pero deja que un equipo de constructores vietnamitas se encargue de crear una réplica convincente con piezas de un viejo sedán Toyota.

Este proyecto es cortesía de NHET TV, un canal de YouTube que se ha convertido en un referente para los fanáticos de las réplicas de hipercoches. Si crees que es la primera vez que intentan tal hazaña, piénsalo de nuevo. En 2022, construyeron un Bugatti Chiron, seguido de un LaFerrari en 2023 y un Pagani Huayra en 2024. Es seguro decir que dominan el arte de la fabricación de automóviles, lo que demuestra que la práctica realmente hace al maestro.

Así fue como crearon el Koenigsegg Jesko

El viaje comenzó con poco más que un esqueleto de tubo de metal, elaborado a partir de fotografías del Koenigsegg Jesko. Este armazón se convirtió en la base de un modelo de arcilla de tamaño real, que luego se utilizó para crear la carrocería de fibra de vidrio que finalmente daría vida a la réplica del hipercoche. El siguiente paso fue encontrar un sistema de propulsión.

Los constructores recurrieron a la fuente más improbable: un Toyota Corona de novena generación (también conocido como Carina E), que, según se informó, se compró por tan solo 100 dólares. Si bien la carrocería del coche estaba en malas condiciones, su sistema de propulsión todavía funcionaba bien. El equipo logró reutilizar no solo el motor, sino también la caja de cambios y otros componentes mecánicos críticos. El motor atmosférico de 1,8 litros de Toyota se montó en la posición central trasera del chasis personalizado. Si bien, obviamente, no es rival para el V8 biturbo de 5,0 litros y 1600 hp del Jesko real.

Así terminaron de crear el Koenigsegg Jesko

Así terminaron de crear el Koenigsegg Jesko

La última fase consistió en colocar los paneles interiores, que se mantienen fieles al diseño original del Koenigsegg Jesko, aunque con plástico obviamente más barato y pantallas falsas. Los asientos tipo butaca presentan una tapicería de color azul claro con un patrón en forma de rombos, mientras que la consola central incluye dos portavasos.

Según NHET TV, todo el proceso llevó un año completo, lo que pone de relieve la dedicación de todos los implicados. Al igual que con sus réplicas anteriores, este modelo no se construyó para uso comercial y no es legal para circular por la calle debido a que carece de características de seguridad básicas. Aun así, es un proyecto impresionante que está ayudando a los constructores a perfeccionar sus habilidades y genera millones de visitas en las redes sociales, probablemente su principal fuente de financiación.