En el complejo tejido fiscal de España, la Agencia Tributaria, comúnmente conocida como «Hacienda», desempeña un papel fundamental en la recaudación de ingresos destinados a financiar los servicios públicos y el funcionamiento del Estado. Entre las diversas figuras impositivas que conforman el sistema tributario español, el impuesto de matriculación emerge como una destacada contribución económica que incide directamente en los propietarios de vehículos.
El impuesto de matriculación, establecido para los vehículos que circulan por las carreteras españolas, representa un pilar significativo en la financiación de infraestructuras y servicios relacionados con la movilidad. A medida que los automóviles se convierten en una parte esencial de la vida cotidiana, esta tasa adquiere un papel relevante en la recaudación fiscal y, en última instancia, en el sostenimiento del Estado del Bienestar.
2Cada coche matriculado se grava con una media de 731 euros
Uno de los datos más notables es la cuota media abonada por cada vehículo en concepto de impuesto de matriculación a lo largo de este año, que se sitúa en 731 euros, ligeramente por debajo de los 752 euros de media del año 2022. Este impuesto se calcula en función del precio del vehículo, lo que significa que los conductores que adquirieron coches de alta gama, superando los 60.000 euros, han contribuido significativamente más al erario público, con un promedio de 6.157 euros, mientras que aquellos cuyos vehículos no superan los 10.000 euros pagaron una media de 197 euros.
El año pasado, Hacienda recaudó por el impuesto de matriculación la impresionante cifra de 649,2 millones de euros, suponiendo un incremento del 38,7% frente al año anterior. Este aumento en los ingresos públicos se produjo a pesar de una disminución en las matriculaciones de vehículos, que cayeron un 5,4% en comparación con el año anterior, con un total de 813.396 turismos vendidos.
