En el complejo tejido fiscal de España, la Agencia Tributaria, comúnmente conocida como «Hacienda», desempeña un papel fundamental en la recaudación de ingresos destinados a financiar los servicios públicos y el funcionamiento del Estado. Entre las diversas figuras impositivas que conforman el sistema tributario español, el impuesto de matriculación emerge como una destacada contribución económica que incide directamente en los propietarios de vehículos.
El impuesto de matriculación, establecido para los vehículos que circulan por las carreteras españolas, representa un pilar significativo en la financiación de infraestructuras y servicios relacionados con la movilidad. A medida que los automóviles se convierten en una parte esencial de la vida cotidiana, esta tasa adquiere un papel relevante en la recaudación fiscal y, en última instancia, en el sostenimiento del Estado del Bienestar.
3Se venden menos coches, pero Hacienda recauda más
Los expertos señalan que el aumento en la demanda de vehículos más equipados y de mayor precio fue uno de los factores que impulsó el incremento del impuesto de matriculación. A esto se sumaron otros elementos, como la escasez de chips electrónicos, las consecuencias de la guerra en Ucrania y el encarecimiento de las materias primas, que contribuyeron al encarecimiento de los automóviles.
En lo que respecta a los datos más recientes, en los meses de verano de este año, las comunidades autónomas recaudaron un total de 107,2 millones de euros en concepto de impuesto de matriculación. De esta suma, 61,4 millones de euros corresponden al mes de julio, lo que representa un incremento del 7,9% en comparación con el año anterior, y 45,8 millones de euros corresponden al mes de agosto, con un aumento del 8,8%.