El color del hidrógeno determina la forma de producción de este, además de ser un indicador de la cantidad de emisiones que genera en el proceso.
En el verano de 2021 la Comisión Europea presentó un paquete legislativo masivo sobre propuestas climáticas y energéticas para poner en marcha el Pacto Verde Europeo. Estas medidas, conocidas como «Fit for 55», colocan a la UE en un camino para alcanzar la neutralidad climática de una manera justa, rentable y competitiva para 2050.
El objetivo intermedio implica la reducción de las emisiones netas de gases de efecto invernadero en al menos un 55 % para 2030, en comparación con los niveles de 1990. Para cumplir esos objetivos, el hidrógeno se presenta como una tecnología clave.
2Posturas sobre la producción
La definición de hidrógeno renovable para el hidrógeno rosa no está en consonancia con la postura de España y Alemania. Ambos países querían evitar la energía nuclear para producir hidrógeno, dejando como hidrógeno verde el generado sólo con fuentes renovables. Además, Alemania considera que el primer paso lógico, con respecto al hidrógeno, sería: “poner en marcha la economía del hidrógeno”.
De momento, el verde no es comercialmente rentable. Sin embargo, su desarrollo, se estima, llegará a los 10 millones de toneladas producidas en territorio comunitario en 2030. Eso equivale al 14% de la producción de energía de la UE, para lo que se necesitarán 500 teravatios-hora.
La Directiva de Energía Renovable de la UE (RED 3) está actualmente en trámite. Esta directiva plantea que el 42% del utilizado en la industria en 2030 se produzca con energías renovables. El 60% para 2035.