El hidrogeno verde se presenta como una fuerte alternativa de almacenamiento de energía para el suministro a la red de usuarios, y así lo reflejan la cantidad de proyectos en marcha y las inversiones obtenidas en el sector.
El aumento de las estaciones de servicio que suministran hidrogeno verde, pone en evidencia que existen otros caminos a explorar, antes de apostar por la electrificación total del sector automovilístico y de transportes, como única solución, para colaborar en la continua lucha contra el cambio climático.
6El panorama actual del hidrogeno en los coches
Actualmente, existen alrededor de 11.200 automóviles impulsados por hidrógeno en las carreteras de todo el mundo, una cifra muy por debajo de los 2,5 millones de vehículos que se han fijado organismos gubernamentales como objetivo para el 2030. Se trata de una meta que representa un desafío mayúsculo, más aún porque se debe superar un obstáculo clave como es su elevado coste; ya que producir este tipo de hidrógeno es caro.
Pese a ello, algunas ventajas del coche de hidrógeno verde, vistas desde el plano teórico y futuro de cara a la próxima década, son las siguientes:
- Es un combustible obtenido de forma sostenible, limpia y respetuosa con el medio ambiente.
- Es una energía renovable y casi ilimitada, al ser el elemento más abundante del planeta.
- Es almacenable, se puede comprimir y se puede guardar en tanques.
- Es transportable, ya que es más ligero que las baterías, se puede comprimir y es más sencillo de manipular que otros combustibles fósiles.
- El repostaje es muy rápido, más que la recarga de baterías.
No genera emisiones contaminantes, y es el más limpio y sostenible de los tres tipos de hidrógeno existentes.