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La historia de esta abuela japonesa de 80 años que conduce el deportivo con el que tu sueñas

En un mundo donde los deportivos suelen asociarse con conductores jóvenes y entusiastas del automovilismo, la historia de Naoko Nishimoto desafía todos los estereotipos. Esta japonesa de 80 años, residente en Nagasaki, ha sido durante 25 años la orgullosa dueña de un Mazda RX-7, un icónico coche deportivo que muchos sueñan con tener en su garaje.

Sin embargo, al llegar a su 80º cumpleaños el pasado 18 de diciembre, Nishimoto tomó la agridulce decisión de despedirse de su fiel compañero de cuatro ruedas. El Mazda RX-7 plateado que Nishimoto compró nuevo a los 55 años por 3,2 millones de yenes no era sólo un vehículo para ella. Se convirtió en su compañero de vida, con el que realizó desde viajes cotidianos al supermercado hasta emocionantes excursiones por las carreteras japonesas. Su pasión por el coche nació tras ver la serie de anime «Initial D» con su hijo, un clásico del automovilismo japonés que retrata las emocionantes carreras callejeras.

La historia de la abuela japonesa con el deportivo

La historia de la abuela japonesa con el deportivo

Durante más de dos décadas, Nishimoto recorrió alrededor de 77.500 kilómetros con su RX-7, disfrutando de cada momento tras el volante. A pesar de la edad, nunca sintió ansiedad al conducir su deportivo, pero había decidido dos años antes que al cumplir los 80 años renunciaría voluntariamente a su licencia de conducir. Consciente de que su amada máquina seguiría en perfectas condiciones, comenzó a buscarle un nuevo hogar, explorando diversas opciones para asegurarse de que el coche recibiría el trato que se merece.

El legado de Nishimoto y su RX-7 trasciende más allá de la simple venta de un coche. Su historia ha captado la atención de entusiastas y fabricantes, destacando el fuerte vínculo emocional que los conductores pueden desarrollar con sus vehículos. Para muchos, su historia es un recordatorio de que nunca es tarde para cumplir sueños y que la pasión por los coches deportivos no es exclusiva de ninguna generación.

La idea de Mazda para ayuda a la abuela japonesa

La idea de Mazda para ayuda a la abuela japonesa

Finalmente, la solución llegó de la mano del propio fabricante. Mazda Motor Corp se mostró interesado en adquirir el RX-7 de Nishimoto con el propósito de utilizarlo en eventos promocionales y mostrarlo al público. La empresa reconoció el valor sentimental e histórico del vehículo y la historia de su propietaria, una mujer que demostró que la pasión por la conducción no entiende de edad.

Mientras se preparan para exhibir este vehículo con la abuela japonesa en futuros eventos, su historia continuará inspirando a los amantes del automovilismo de todo el mundo. Esta abuela japonesa ha demostrado que el amor por la velocidad y la elegancia de un deportivo no tiene edad, dejando un legado inolvidable en la comunidad automotriz.