Porsche nació como empresa de consultoría de ingeniería automotriz en 1931, y en 1948 lanzaba su primer modelo propio al mercado, si bien su logotipo no llegaría hasta cuatro años más tarde.
Fue precisamente el nacimiento del Porsche 356, el primer modelo propio de la firma, el que comenzó a demandar una insignia que pudiera lucir en su volante. Hasta entonces, con el apellido de Ferdinand Porsche se había solucionado todo, pero aquel pequeño hueco circular del centro del volante, expuesto siempre a la mirada del conductor, demandaba ese icono del que Porsche carecía.
El origen del logo de Porsche
Se atribuye a Ottomar Domnick, uno de los primeros clientes de Porsche, el primer intento de “buscar” el logotipo. Para ello, en marzo de 1951 convocó un concurso e invitó a que los miembros de las academias de arte alemanas participaran. El premio era un suculento cheque de 1.000 marcos, pero ninguno de los diseños fue suficientemente convincente, y finalmente quedó desierto.
Este traspiés no detuvo la búsqueda de un logotipo que a la vez fuera atractivo y reflejara el origen de la marca, nacida en la población alemana de Stuttgart. Curiosamente, la solución vino de Nueva York o, al menos, la inspiración para encontrarla. Allí, el austriaco Max Hoffman, un reputado importador de deportivos europeos, se tomó el asunto como algo personal.
Max había visto rápidamente el potencial del Porsche 356, con el cual ganó el premio al coche más interesante en el Concours d’élégance de Watkins Glen (Nueva York), al poco tiempo de importar la primera unidad. Así, a finales de 1951, Hoffman se reunió con Ferry Porsche y le urgió a que creara un emblema.
Fue entonces cuando, reunido con Hoffman en un restaurante de la Gran Manzana, Ferry Porsche esbozó el logotipo sobre una servilleta y posteriormente encargó a su diseñador Franz Xaver Reimspieß que, sobre ese esbozo, desarrollara un escudo de armas en el que se reflejara el origen de la empresa. El logotipo debía transmitir, además, la deportividad y la calidad que desde el primer momento caracterizaron a los productos de la firma alemana.
El logo de Porsche es un reinterpretación del escudo de Wurtemberg
Reimspieß fue, así, el “autor material” del conocido logotipo de Porsche, si bien el “autor intelectual” fue Ferry Porsche. En realidad, el logo no era (y “no es”) sino una forma simplificada del escudo de Wurtemberg, la región histórica de Suabia cuya capital era precisamente Stuttgart, donde se encontraba y se encuentra aún hoy la sede de la compañía.
Tras la derrota de la Alemania nazi en la II Guerra Mundial, la división del país por parte de los vencedores partió Wurtemberg en dos estados, creándose Wurtemberg-Baden en la Alemania administrada por EE.UU., y Wurtemberg-Hohenzollern en la zona de ocupación francesa; y es precisamente el escudo de este último nuevo estado el que se replica en el logo de Porsche, con las tres cornamentas de cérvido en dos de sus cuarterones y las franjas longitudinales en los otros dos; escudo basado, a su vez, en el de la República de Weimar.
Sobre el escudo de Wurtemberg-Hohenzollern (que puedes ver en la imagen inferior izquierda), en la zona central o corazón se añadió el escudo de armas de la ciudad de Stuttgart (te lo mostramos en la imagen inferior derecha), con un caballo rampante, que además de localizar el origen de la firma demostraba la fuerza y deportividad demandada por Ferry Porsche.
El logotipo se colocó por primera vez en el volante del Porsche 356 en 1952, y dos años más tarde se incorporaría también al capó. A partir de 1959, el escudo aparecería además en los tapacubos y embellecedores de los bujes de las ruedas de todos los modelos, con contadísimas excepciones, como algunas llantas monotuerca modernas del Porsche 911 que lo reemplazan por el logotipo de la versión del modelo, con inscripciones como GT3 o RS.
Los moderados rediseños del logo de Porsche
Desde su estreno hace poco más de 70 años, el logotipo de Porsche ha sido rediseñado en cuatro ocasiones. La primera fue en 1973, cuando se produjeron cambios sutiles, con un rojo más vivo que pretendía acentuar la deportividad de la marca Porsche.
En 1994, las letras de ‘Porsche’ se estilizaron, con trazos más finos en tinta negra, cuando lo habitual hasta entonces era que las letras se mostraran en relieve pero en el mismo color dorado del fondo. Al mismo tiempo, la palabra ‘Stuttgart’ perdía protagonismo reduciendo el tamaño de su tipografía.
Desde 2008 se adoptaron sutiles cambios que hicieron perder relieve a los distintos elementos del escudo, siguiendo la actual tendencia de hacer logotipos bidimensionales que cuadren con el lenguaje visual de las pantallas a través de las cuales vemos hoy el mundo.
Según algunas fuentes, en 2014 se llevó a cabo un nuevo rediseño, aunque Porsche no lo considera como tal.
Y ahora, en 2023, Porsche ha anunciado un nuevo lavado de cara a su logotipo, en el que las texturas rugosas se sustituyen por un fondo cepillado salvo en el caso de las bandas rojas, donde aparece un patrón de nido de abeja. La firma asegura, además, que el color dorado es ahora “más sutil”. A finales de 2023, este nuevo logotipo comenzará a colonizar los capós, bujes de ruedas y volantes de los nuevos modelos que se fabriquen.
En cualquier caso, a pesar de que el logo ha sido revisado en diversas ocasiones, siempre han sido cambios sutiles que mantienen inalterada la idea original salida de una servilleta garabateada por Ferry Porsche hace 70 años en un restaurante de Nueva York.