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La historia no conocida del Ferrari de Eric Clapton que se vendió sin usar

Eric Clapton, el legendario guitarrista y cantante británico, es bien conocido no solo por su música, sino también por su pasión por los coches de lujo. Entre sus preferidos, los Ferrari ocupan un lugar especial en su garaje. El artista ha coleccionado varios modelos icónicos de la marca italiana, desde el exclusivo 250 GT SWB hasta el feroz Ferrari F40, que actualmente vale millones de euros.

Sin embargo, hay una historia menos conocida sobre uno de sus Cavallinos Rampantes que nunca llegó a capturar su interés: el 456M manual. Con tan solo un año en su garaje, el cantante lo terminó vendiendo. Lo más llamativo es que tampoco le dio un gran uso y, prácticamente, lo entregó sin haber recorrido más de 100 kilómetros. Una verdera historia curiosa.

Un Ferrari que no conquistó a Eric Clapton

Un Ferrari que no conquistó a Eric Clapton

En enero de 2002, Eric Clapton recibió un Ferrari 456M, un modelo elegante y sofisticado que había personalizado en gris plata con interior beige. Este coche era una evolución del 456 original lanzado en 1992, con mejoras en el diseño y la tecnología, como un capó más aerodinámico, frenos delanteros más potentes y un sistema de encendido mejorado. El artista eligió la versión con cambio manual, manteniendo el toque clásico y deportivo que siempre ha preferido.

A pesar de todas estas cualidades, el 456M nunca llegó a conquistar al guitarrista. Menos de un año después de recibirlo, llevó el coche a DK Engineering, un taller especializado en restauración de vehículos de lujo, para que se encargaran de venderlo. Aunque no se conocen los motivos exactos de esta decisión, es evidente que el coche no despertó en Clapton la misma pasión que otros modelos de su colección.

Una incógnita sin respuesta por parte de Eric Clapton

Una incógnita sin respuesta por parte de Eric Clapton

El hecho de que Eric Clapton decidiera deshacerse de este deportivo italiano tan pronto es una rareza en su historial como coleccionista. DK Engineering, que también estaba restaurando otros Cavallinos Rampantes del británico en ese momento, seguramente le preguntó por qué quería vender el coche. Sin embargo, lo que se habló entre el taller y el músico nunca ha trascendido. Se sabe que él no necesitaba ni el dinero ni el espacio en su garaje, lo que deja en el aire una pregunta sin respuesta sobre qué lo llevó a desprenderse de un coche tan especial.

Desde su venta en 2003, el Ferrari 456M ha tenido tres propietarios y solo ha recorrido 41,000 kilómetros, lo que es relativamente poco para un coche de más de dos décadas. Actualmente, el vehículo está de nuevo a la venta, esperando encontrar un cuarto dueño dispuesto a pagar un precio que podría rondar los 120,000 euros, significativamente más alto que los 90,000 euros que suelen costar otros modelos de este tipo.