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sábado, 23 noviembre 2024

Honda Civic Type R. El nuevo jefe

Type R, una denominación que lleva'dando guerra' desde que en 1992 la estrenara el Honda NSX. Desde esa fecha, la deportividad de la firma nipona viene avalada por la emblemática 'H' roja que ahora luce la tercera generación del Civic Type R que ha llegado a España -el primero apareció en 2001 y el segundo en 2007-.

Estará en los concesionarios en septiembre desde 34.500 euros, y se ofrece una versión GT con detalles estéticos rojos y más equipamiento por 37.000 euros.

Tecnología punta

Pero vamos a lo que realmente importa y que convierte a este Civic Type R en el nuevo rey de la manada de los compactos extremos: la tecnología que esconde, o mejor dicho, que luce.

Estéticamente impone con el generoso alerón trasero, sus apéndices aerodinámicos, sus llantas de 19 pulgadas o las diferentes tomas de refrigeración. Según Honda todo tiene un motivo, nada es superfluo y ayudan desde a refrigerar los frenos, hasta adherir sus 1.457 kilos al asfalto cuando 'volamos' a 270 km/h; olvídate de limitador.

310 caballos de potencia

Nos invitan al circuito Slovakia Ring, y salimos al 'ruedo', aunque antes nos acomodamos en sus deportivos asientos. Todo queda a mano, pero al mirar por el retrovisor vemos que no hay cinturón central ni reposacabezas… El Civic Type R es un cuatro plazas.

Mientras nos familiarizamos con el trazado, nos deleitamos con su propulsor, una verdadera joya con dos litros, cuatro cilindros, inyección directa, distribución variable, sistema VTEC… Y por vez primera en un Type R, con un turbo que eleva la potencia hasta los 310 CV. Se combina con una transmisión manual de 6 velocidades, que presenta un recorrido de palanca de sólo 40 milímetros. Es una verdadera delicia insertar marchas cuando unos led frente a nosotros comienzan a parpadear. En ese momento su corazón gira a 6.500 rpm, y estira algo más, aunque no llega a las 8.000 rpm de su antecesor, al que este VTEC Turbo dobla en par -40,8 mkg por 19,7 mkg del atmosférico-. Todo esto sucede a velocidad de vértigo y escuchando una válvula de descarga del turbo, que es eléctrica y que al quitar gas, suena como al abrir una Coca-Cola.

La dirección es muy directa -2,3 vueltas entre topes, pero radio de giro de 11,8 metros-, sus frenos Brembo, potentes, y el diferencial Torsen evita las pérdidas de tracción a la salida de las curvas. Este elemento es vital cuando se transmiten 310 CV al eje delantero, donde hay unas gomas Continental en medida 235/35 R19. Las suspensiones controladas de forma eléctrica trabajan de maravilla, a pesar de mantener un eje trasero con barra de torsión. Y todavía no hemos activado el modo +R, un botón ubicado donde en otros Civic está el botón ECO. Al pulsarlo se transforma… La instrumentación se torna roja, aparecen indicadores de la presión del turbo, aceite, diferentes temperaturas, cronómetro, medidor de fuerza G… También la suspensión se endurece un 30% y la dirección es más directa. Comienza el festival de trazadas, aceleraciones, frenadas, y comenzamos a creer el tiempo de 7:50,63 minutos marcado en Nürburgring con un modelo de preproducción.

Fuera del circuito es demasiado seco, poco discreto, y a velocidad constante genera más ruido del deseado (desarrollos cortos). Si bien su consumo no es desproporcionado y tiene 'Start/Stop'.

Que tiemblen sus rivales, pues este Civic Type R está destinado a convertirse en leyenda, también en Nürburgring.