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miércoles, 15 enero 2025

El Honda HP-X, antecesor del Honda NSX, se “reestrena” en Pebble Beach

Corría el año 1984 cuando el prototipo Honda HP-X Concept se presentaba en el Salón del Automóvil de Turín. Diseñado por Pininfarina, este futurista superdeportivo con cierto aire de Ferrari Testarossa (obra también del diseñador italiano) escenificaba la intención de la compañía japonesa de llevar al mercado un superdeportivo con motor central, materializada en 1990 en el Honda NSX, cuyo diseño y desarrollo comenzaría, en realidad, en 1986.

El diseño de Pininfarina no es fácilmente reconocible en el Honda NSX, pero más allá de la pura traslación directa de las líneas de la carrocería del prototipo a las del modelo de producción, hay varios aspectos de este concept que sí ayudaron a definir aquella primera generación del NSX con la que Honda sacaba rédito de su exitosa participación en el Campeonato del Mundo de Fórmula Uno.

Honda HP-X: Mucho más que un coupé futurista

De entrada, el Honda HP-X presenta un marcado perfil en forma de cuña y una cabina inspirada en la de un avión de combate, pautas replicadas en mayor o menor medida en el Honda NSX estrenado en 1990. Pero, además, el prototipo sirvió como banco de pruebas para nuevas ideas, tecnologías y ambiciosos planteamientos de ingeniería que sí acabarían trasladándose al NSX.

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El prototipo fue diseñado y fabricado a mano por Pininfarina, que se ha encargado ahora también de su restauración, y su nombre era en realidad las siglas de Honda Pininfarina eXperimental, nombre que incluso inspiró el del Honda NSX (New Sport eXperimental)

El HP-X proponía también una aerodinámica avanzada que incluía “efecto suelo” y soluciones de refrigeración innovadoras para su motor V6 de 2,0 litros DOHC de 24 válvulas montado en posición central, que se basaba en un motor de carreras Honda F2. Carece de puertas, ya que en su lugar cuenta con una cubierta de material sintético Perspex (un tipo de metacrilato) de una sola pieza extraíble al estilo de un caza a reacción.

Por su parte, la zona trasera de múltiples planos tenía una función de aerofreno activo, una propuesta interesante en una época en la que ni los frenos ni los neumáticos de los automóviles de calle estaban tan desarrollados como ahora, y resultaba interesante explorar soluciones para mejorar sus prestaciones.

El HP-X servía también para explorar el uso vanguardista de materiales alternativos, incluidos paneles fibra de carbono y Kevlar para reducir el peso y mejorar el rendimiento del vehículo apostando por la ligereza más que por la potencia, idea que se trasladó al Honda NS-X durante todas las fases de su desarrollo, lo que permitió que el deportivo japonés registrara menos de 1.400 kilos en la báscula en el momento de su lanzamiento.

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Por su parte, en el interior del HP-X se buscaba lograr niveles de confort, ergonomía y funcionalidad poco habituales en los deportivos de la época, en los que se asumía que los ocupantes debían pagar ciertos peajes ergonómicos por desplazarse en una máquina pensada para poder ir deprisa por encima de cualquier otra consideración. 

El Honda HP-X presumía de un “sistema electrónico de asistencia a la conducción” desarrollado por Honda, que proponía funciones muy avanzadas para la época como telemetría en tiempo real, GPS e incluso advertencias sobre el estado de la carretera a través de un “sónar especial”, tecnologías que, de una u otra manera, hoy son habituales en nuestro día a día.

El Honda HP-X, 40 años después

Casi cuarenta años después de su presentación en el 60.º Salone dell’Automobile celebrado en Turín entre el 30 de octubre y el 10 de noviembre de 1984 (celebrado aquel año por primera vez en el mítico edificio Lingotto), el Honda HP-X se reestrenará en el 73.° Concurso Anual de Elegancia de Pebble Beach (California, EE. UU.), el domingo 18 de agosto de 2024, compitiendo en la categoría de “prototipos y coches conceptuales en forma de cuña”, que a buen seguro ganará.

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Sin dejar de quitarle importancia, que la tiene, lo cierto es que en 1984 se vio eclipsado por el Lancia Thema y el Alfa Romeo 90, presentados ambos en Turín. Incluso el Maserati Biturbo Spyder acaparó bastante más expectación que el extravagante prototipo italo-japonés. No hay que olvidar además que apenas unos días antes (del 4 al 14 de octubre de aquel año) se había presentado el Ferrari Testarossa –carrozado por Pininfarina– en el más importante 71.º Salón del Automóvil de París, y las comparaciones con el Honda HP-X, que llegó después, eran inevitables.

Lo cierto es que el desarrollo posterior del NSX ayuda a poner en valor lo que no fue una simple maqueta futurista pensada para llamar la atención, sino un cúmulo de ideas que se materializarían en uno de los modelos más importantes en la historia de Honda, algo que en 1984 no podía intuirse.

Felix Kilbertus, director creativo de Pininfarina, defiende que “el Honda HP-X es un ejemplo ideal de la capacidad única de Pininfarina para presentar ideas innovadoras a través de prototipos que marcan tendencias futuras. En Pininfarina, nos esforzamos por infundir nuestros valores de excelencia en el diseño en cada proyecto, garantizando que la esencia de la marca con la que colaboramos se mantenga intacta, mientras miramos con confianza hacia el futuro”.

El responsable de la empresa italiana –que desde 2015 está controlada por la india Mahindra– comenta también que “el Honda HP-X no entró en producción como tal, pero su influencia en los posteriores modelos Honda y en el panorama del automóvil en general es innegable. Es un testimonio del espíritu innovador tanto de Honda como de Pininfarina, inspirando futuros desarrollos en la industria automotriz”.

Por su parte, Dave Marek, ejecutivo de diseño de Acura (la marca con la que se vende el NSX en EE. UU.) y juez honorario del Pebble Beach Concours, no duda en afirmar que “El Honda HP-X Concept fue la estrella del Salón del Automóvil de Turín de 1984, mostrando elementos de excelencia en ingeniería y diseño de vanguardia, con un estilo extremo en forma de cuña que continúa inspirando a futuras generaciones de diseñadores e ingenieros de automóviles”.

Quizá Marek se haya venido un poco arriba, pero no hay que olvidar que el Honda NSX marcó un antes y un después en la historia del fabricante japonés, demostró que marcas como Ferrari o Porsche no eran intocables, y aquel coupé popularizado por Ayrton Senna nunca habría existido (o habría sido claramente diferente) si seis años tarde no hubiera visto la luz el Honda HP-X.