A finales del pasado año Honda anunciaba el regreso de un nombre emblemático para la firma nipona. Se trata de Insight, una denominación utilizada hace ya bastantes años (la primera generación apareció en 1999) para denominar a su primer vehículo con una mecánica híbrida.
Rival de IONIQ y Prius
Entonces confirmaron que estaría presente en el Salón de Detroit y que se trataría todavía de un concept, pero tras ver estas primeras imágenes, de concept tiene poco y este nuevo Honda Insight está a un paso de convertirse en una realidad que podría llegar a los concesionarios de medio mundo a finales de este mismo año.
De ser así, estaríamos hablando de un nuevo competidor para los exitosos Hyundai IONIQ o Toyota Prius.
Y es que este Honda Insight Concept parece partir del nuevo Honda Civic Sedán (la firma nipona no se ha pronunciado al respecto y los datos los ha facilitado con cuentagotas), por lo que estamos hablando de una berlina de cuatro puertas cuya carrocería mide 4,57 metros de longitud. Estéticamente encontramos diferencias respecto al Civic en la parrilla delantera (más aerodinámica en el caso del Insight) y también en los pilotos posteriores, pero poco más.
Dentro se apuesta por la digitalización con una generosa pantalla táctil de 8 pulgadas que corona el salpicadero y a la que se suma otra pantalla LCD de 7 pulgadas que hay tras el volante. De este Insight Concept también desaparece el selector del cambio.
Con mecánica híbrida
Honda asegura que podrá presumir de espacio interior. Para restar el menor hueco posible a sus ocupantes, las baterías de iones de litio de su mecánica híbrida se han colocado bajo los asientos posteriores, de forma que se mantiene un respaldo trasero abatible 60:40. Tampoco debería variar en exceso su capacidad de maletero frente a un Civic Sedán, que tiene 519 litros.
Respecto a su sofisticada mecánica poco se sabe, salvo que el corazón principal será un 1.5 i-VTEC con ciclo de funcionamiento Atkinson, al que se le suma otro motor eléctrico. La potencia de ambos motores se envía a las ruedas delanteras por medio de una caja de cambios automática, que en esta nueva generación podía ser de doble embrague y no la habitual CVT, pero por el momento nada se sabe.
Confirmada eso sí está su producción, que se llevará a cabo en la factoría que la firma nipona tiene en Greensburg, Indiana, donde también se ensambla, que curioso, el Honda Civic y el Honda CR-V.
