Este año está siendo tremendamente activo para Honda. Al lanzamiento de los nuevos Civic, CR-V, Civic Type-R y HR-V añade ahora el Jazz y antes de final de año llegará la guinda con el NSX.
La tercera generación del Jazz es completamente nuevo. Parte desde una nueva plataforma, crece 95 milímetros en longitud (40 de ellos en el paragolpes delantero por motivos de seguridad) y estira la distancia entre ejes 30 milímetros.
El resultado es un interior más amplio, sobre todo en las plazas traseras, en las que se ha incrementado el espacio para las piernas en 65 milímetros, y la capacidad del maletero crece hasta los 354 litros (17 más que el modelo anterior). Además, sigue disponiendo de los prácticos asientos traseros Honda Magic Seats, cuya banqueta se puede elevar, dejando un espacio muy útil a la hora de introducir objetos largos.
Dirección eléctrica y un solo motor
Por su parte, el chasis es ahora más rígido, se ha mejorado la aerodinámica, se ha optimizado el trabajo de la suspensión y se ha rebajado la altura del tren delantero y elevado el trasero, amén de aumentar el diámetro de la barra estabilizadora.
También la dirección eléctrica es ahora más directa y rápida en su respuesta para completar un comportamiento dinámico que gana puntos frente al modelo anterior. En este sentido incorpora un asistente capaz de frenar las ruedas interiores en curvas pronuncidas para incrementar la respuesta y la estabilidad.
Bajo el capó no hay mucho donde elegir. El Jazz sólo se comercializa en nuestro mercado con un nuevo motor de gasolina 1.3 i-VTEC que eroga 102 caballos de potencia. Su particularidad reside en que apuesta por un ciclo Atkinson en lugar del Otto para una mayor eficiencia, y se ha trabajado a conciencia a la hora de reducir los rozamientos internos.
Asociado a este propulsor disponemos de una caja de cambios manual de seis velocidades (antes cinco) que garantiza un menor consumo y sonoridad a velocidad de crucero. Además, la palanca ha reducido en un 10 por ciento su recorrido y en un 25 por ciento su resistencia.
Opción de cambio CVT
Los que prefieran un cambio automático disponen de la posibilidad de montar una caja CVT (variador continuo) con una nueva lógica de control en la que se simulan siete relaciones y la posibilidad de cambiar de manera secuencial en una levas situadas en el volante. Cuesta mil euros más que la manual.
En nuestra toma de contacto tuvimos ocasión de probar las dos posibilidades en un recorrido exclusivamente extraurbano. Con el cambio manual el Jazz se muestra más agradable, sube de vueltas por encima de 6.000 rpm, pero el propulsor se muestra algo ruidoso. Además, por la zona baja del cuentarrevoluciones le cuesta reaccionar, más si lo comparamos con mecánicas similares turboalimentadas.
Con el cambio CVT el resultado es dispar. Si la conducción es tranquila y de corte urbano (apenas atravesamos unas cuantas poblaciones), se muestra muy agradable.
En carretera, y pese al uso secuencial, el programa deportivo que añade y un evidente freno de motor a la hora de reducir y frenar, lo cierto es que al pisar sobre el acelerador sigue protagonizando ese efecto de 'resbalamiento' no muy agradable, incrementándose la sonoridad. Eso sí, Honda anuncia un ahorro de consumo de hasta 0,8 litros en ciudad con la caja CVT.
Más seguridad y tecnología
El salto tecnológico dado por el nuevo Jazz es evidente. Destaca el nuevo Honda Connect (de serie en dos de los tres acabados), que presume de una pantalla táctil de 7 pulgadas, sistemas como el MirrorLink, que duplica las aplicaciones de nuestro teléfono móvil, o conexión a Internet vía wifi o router.
También la seguridad se incrementa con sistemas como una alerta de colisión frontal, aviso de cambio de carril involuntario, un sistema de reconocimiento de señales de tráfico, otro de frenada de emergencia en ciudad, luces de carretera adaptativas o el nuevo limitador de velocidad inteligente que nos evitará alguna multa…