Hemos pasado por una situación similar miles de veces. Mientras circulamos con nuestro coche apreciamos que, de otro vehículo, emana un denso humo negro que no pasa desapercibido precisamente. Es una pista no solo de que algo le pasa, sino de que el dueño no se preocupa de hacerle un mantenimiento correcto. En cualquiera de los casos, el humo negro es un aviso para que llevemos el coche cuanto antes al taller para hacer una revisión.
No es el único que nos indica cuál es la salud de nuestro coche… Existen otros colores, como el blanco o el azul, que también entrañan peligros ocultos y nos deben alertar de que nuestro fiel compañero de viajes se merece unos cuidados específicos que no deberemos dilatar. No obstante, a continuación nos centramos en explicar el humo negro y por qué puede aparecer.
1El humo negro: mala mezcla de combustible y aire
Juan Manuel García Llorente, formador técnico del RACE, deja bien claro qué tenemos que tener en cuenta si vemos una humareda negra salir del tubo de escape: “si vemos salir humo negro denso de un coche, ya sea de un motor diésel o de un propulsor de gasolina, la principal causa de este problema es, sin duda, la mezcla que se da en el interior del motor cuando se unen el combustible y el aire”.
Ese color negro aparece en el momento de la combustión. ¿Por qué? Se entiende que hay un exceso de gasolina con respecto a la cantidad de aire que entra en el cilindro y, por tanto, hay una parte crucial de ese carburante que no llega a explosionar. Esto implica que se acaba quemando y, como resultado, lo que vemos el tubo de escape es, en definitiva, ese combustible que no se pudo aprovechar.