El Hyundai Ioniq es el único modelo del mundo que presenta tres sistemas de propulsión electrificada diferentes: eléctrico, híbrido e híbrido enchufable. El híbrido 'a secas' ya está a la venta, mientras que unas semanas después lo hará el eléctrico y el 'plug-in' llegará en la primavera de 2017.
Hemos probado la eficiente versión híbrida. Primer punto: ser eficiente y avanzado tecnológicamente no implica tener que renunciar a nada. Hablamos de un vehículo de 4,47 metros de longitud con un interior amplio, agradable y bien rematado, así como un maletero 'de verdad', ya que la batería de ion-litio se ubica bajo los asientos traseros.
Pero el protagonismo recae sobre su eficiente sistema híbrido. Combina un motor 1.6 GDI de inyección directa de gasolina, que rinde 105 CV, con otro eléctrico de 44. Y cuando ambos suman esfuerzos, la potencia total alcanza los 141 CV.
Toda esa fuerza se gestiona por medio de una caja de doble embrague DCT con seis relaciones, mucho más agradable y 'real' que el tradicional convertidor de par que suele acompañar a esta tecnología híbrida.
No hay levas, pero sí disponemos de un programa Sport que apura el salto entre marchas y modifica el diseño y el color en el cuadro de mandos, y otro denominado Eco que optimiza el conjunto de cara a la máxima eficiencia, pues firmamos 4,3 litros de consumo real en nuestro recorrido.
El Ioniq está disponible con tres niveles de acabado, y sus precios, con descuento, parten de los 20.900 euros.
