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Hyundai ix35 FCEV. Al volante del futuro

Cada vez hay más automóviles de hidrógeno, aunque la apertura de surtidores no crezca en consonancia. Sin embargo, en cuanto a transporte colectivo se refiere la pila de combustible lleva años moviendo autobuses urbanos en grandes ciudades del mundo como Madrid, Barcelona, Londres, Tokio, Sao Paulo…, moviendo trenes, barcos, cohetes e incluso dentro de poco veremos aviones comerciales movidos por esta tecnología. 

Y la apuesta de futuro por este tipo de energía es tan consistente que en Tokio el gobierno japonés subvenciona con 20.000 euros la compra de cualquier vehículo de pila de combustible.

Durante los últimos años 15 años Hyundai ha estado trabajando con el hidrógeno, una tecnología que parece ofrecer lo mejor de un coche eléctrico sin sus inconvenientes.

Líder en hidrógeno

La última generación del FCEV desarrollada sobre el ix35 de Hyundai ha dado un paso de gigante y ha dejado de ser un prototipo para convertirse en un modelo cien por cien de producción respaldado por la que se ha convertido en una de las compañías líder en el desarrollo de la tecnología de pila de hidrógeno, disponiendo entre otras cosas del mayor centro de investigación de pilas de combustible en el mundo situado en Corea. 

Así, respecto a su antecesor, el Hyundai ix35 Fuel Cell ofrece un 55 por ciento más de autonomía, un 15 por ciento de reducción en consumo de hidrógeno y una disminución del 80 por ciento en los costes de fabricación. Un avance que lamentablemente no se corresponde con la puesta a punto de una red de hidrogeneras que pueda abastecer las necesidades de un parque más o menos razonable.

Pero sin duda hay que aplaudir el trabajo de la marca coreana porque a la hora de romper brecha están en primera línea de una tecnología que, de momento, requiere una inversión a fondo perdido. 

Autonomía de 560 kilómetros

El modelo probado en Madrid, dotado de una suspensión y un recorrido del acelerador adaptados para Europa, ofrece un tacto de conducción muy agradable prácticamente idéntico al que ofrece un modelo eléctrico de alta gama. Y es que en realidad este eléctrico de pila de combustible tiene todas las ventajas de un eléctrico sin dos de sus inconvenientes más importantes: los 5,64 kg (700 bares) de hidrógeno que admiten sus dos depósitos se cargan en 3 o 4 minutos y su autonomía se puede alargar hasta los 560 kilómetros emitiendo a la atmósfera sólo agua.

La gran desventaja es, por un lado, los pocos puntos de recarga de hidrógeno existentes en muchos países europeos incluido España. Y por otro, el peso del conjunto, 450 kilos más de lo que pesa un modelo de gasolina equivalente. Sin embargo, aunque ese lastre se aprecia claramente al volante, lo cierto es que la ausencia de marchas que interrumpan la entrega de fuerza junto a una curva de par muy elevada y continua, compensan ese mayor peso consiguiendo unos datos de aceleración razonables, pero sobre todo unas recuperaciones contundentes.

Con 136 caballos de potencia

La pila de combustible del ix35 proporciona una potencia de 100 kW (136 caballos) y como ocurre en otros modelos movidos por electricidad, el todocamino coreano cuenta con un sistema de regeneración de energía ya sea a través de la frenada o con el modo L en el cambio que permite retenciones más potentes.

Aunque en el futuro la combinación ideal sería un híbrido enchufable con pila de hidrógeno sustituyendo al motor de combustión, lo cierto es que si todos los gobiernos como el de Japón apuestan por esta tecnología, aumentarían las hidrogeneras y se reduciría considerablemente el precio de estos modelos (unos 70.000 euros este ix35 FCEV aunque empezó costando 150.000 antes de su producción en serie). 

Hyundai ha hecho los deberes cuando le tocaba y está tan preparada o más que sus rivales europeos a la espera de ese momento.