Nuevas multas, estafas, robos… Cada vez encontramos técnicas con más nombres ‘raros’ que simplemente son una manera de adaptarse a las nuevas necesidades en la carretera. La última que hemos detectado es la del icing, una práctica bastante de moda que puede acabar con una multa de 200 euros y con tu coche en el depósito municipal.
Probablemente la hayas visto en los últimos meses en la vía pública o en aparcamientos en centros comerciales, pero desconocías que se llama así. Cada vez es más popular y la Policía ya avisa que llevar a cabo esta práctica está sancionada con 200 euros. Y no nos extrañaría que estuviera más vigilada a partir de ahora por lo frecuente que se ha vuelto.
1¿Qué es el icing y cómo afecta?

En este caso, no es ninguna técnica para robarnos el coche ni ninguna estafa. El icing es algo tan sencillo como aparcar en una plaza reservada para vehículos eléctricos teniendo uno de combustión o un híbrido que no necesita esa recarga. Lo podemos considerar un acto de poca solidaridad o directamente de querer perjudicar al resto, que no pueden cargar su EV en las zonas habilitadas para ello.
¿Te preguntas de dónde viene el nombre? En inglés, los vehículos ICE son los de combustión interna (internal combustion engine, por sus siglas), así que han bautizado a la práctica de aparcar en las plazas reservadas para vehículos eléctricos como icing. Viene de Estados Unidos, donde es mucho más común que en España, aunque en nuestro país también está empezando a ser bastante frecuente.
A veces, ocurre por despiste (aunque parezca complicado equivocarse), otras se hace a propósito o directamente hay conductores que aparcan en esas plazas si no encuentran sitio en las convencionales. En Estados Unidos, por ejemplo, el icing surgió más como una tendencia para protestar por los coches eléctricos entre los ciudadanos más contrarios a la ‘moda’. En nuestro país, está asociado con la falta de solidaridad o de aparcamiento más que con un fin reivindicativo.