El Icon of the Seas, el crucero más grande del mundo operado por Royal Caribbean International, zarpa en su viaje inaugural, marcando un hito en la industria marítima. Sin embargo, tras su estela de magnificencia y lujo, surgen inquietudes entre grupos ambientalistas.
La atención se centra en su uso de gas natural licuado (GNL), presentado como una alternativa más limpia al combustible marino tradicional, pero con sombras de preocupación debido a las emisiones de metano, un potente gas de efecto invernadero.
2Críticas y advertencias: el lado oscuro del GNL
Expertos como Bryan Comer, del Consejo Internacional de Transporte Limpio, expresan su preocupación, calificando el uso del GNL como un «paso en la dirección equivocada». Afirman que las emisiones de gases de efecto invernadero a lo largo del ciclo de vida del GNL superan en más del 120% a las del gasóleo marítimo. El Consejo Internacional de Transporte Limpio previamente había alertado sobre las emisiones de metano, destacando la necesidad de reconsiderar el rápido crecimiento en el uso de este combustible en el ámbito marino.
