El Gobierno de España ha dado el primer paso hacia una medida fiscal que afectará a millones de conductores. Aunque aún falta la aprobación del Congreso de los Diputados, la decisión de elevar el impuesto al diésel, para igualar su precio al de la gasolina y eliminar su histórica bonificación, ha despertado una gran expectación. La medida, que lleva tiempo gestándose en el ámbito europeo y formaba parte de los compromisos de España para obtener fondos de ayuda a la recuperación, parece que finalmente podría hacerse efectiva a partir de abril de 2025. Esta reforma busca desincentivar el uso de este combustible contaminante y recaudar alrededor de 1.000 millones de euros anuales.
2¿Cómo impactará al consumidor esta medida?
Para los conductores españoles, la subida del precio del diésel representará un incremento de entre 10 y 11 céntimos por litro. Esto significa que llenar un tanque promedio de 50 litros podría costar aproximadamente 6 euros más. Aunque para algunos esta cantidad pueda no parecer significativa, para quienes dependen del vehículo diariamente, el impacto se hará notar mes a mes. Este aumento de precio supondrá un ajuste en los gastos mensuales, sobre todo para aquellos que dependen de su vehículo como medio de transporte principal.
Por otro lado, los profesionales y transportistas que utilicen gasóleo B bonificado estarán exentos de esta subida. Esto se debe a la intención del Gobierno de “mantener la competitividad de los sectores intensivos en su consumo”. Con esta excepción, se busca amortiguar el impacto en sectores clave para la economía, como el transporte de mercancías y servicios, que dependen en gran medida del uso del diésel.