¿Cuáles son los retos a los que se enfrenta la industria del automóvil en nuestro país? Es la pregunta a la que quieren dar respuesta las asociaciones de fabricantes, Anfac, y de componentes, Sernauto, que han propuesto cinco líneas de actuación que consideran imprescindibles para garantizar la competitividad del sector, al tiempo que se aborda la transición hacia la nueva movilidad.
Ambas asociaciones han presentado el informe ‘Nuevos retos del sector de la automoción en España’, elaborado con la colaboración de KPMG, en el que identifican las áreas sobre las que el automóvil debe actuar y en las que se deben invertir los recursos. Además, apuntan a la necesidad de establecer una nueva política en la que el Ministerio de Industria sea el interlocutor principal y que vaya «más allá de los Perte«, garantizando la presencia en toda la cadena de valor del vehículo eléctrico y conectado. «Un enfoque donde se evite la fragmentación de políticas y el establecimiento de objetivos sin las condiciones esenciales para su implementación», explican.
Los cinco puntos clave sw actuación que proponen Anfac y Sernauto son: el control sobre la cadena de valor; la apuesta por la tecnología, el conocimiento y la I+D+i; el aprovechamiento de la normativa verde; la adecuación al nuevo modelo de vehículo eléctrico; y la necesidad de un ecosistema económico-político favorable.
Cadena de valor del automóvil
En lo que respecta a la cadena de valor, el estudio apunta a la necesidad de que España esté presente en todas las etapas de producción del automóvil electrificado. Para ello, consideran que deben incentivarse la puesta en marcha de gigafactorías de baterías y la producción de componentes electrónicos de valor añadido, simplificando la concesión de los permisos y reduciendo las trabas burocráticas para la extracción de litio.
Tecnología y fiscalidad
Para avanzar en este plano, apuestan por establecer un sistema que mejore la fiscalidad del automóvil, ya que en sectores globalizados se compite «a cara de perro» con otros países para atraer inversiones, según explicó el director general de Anfac, José López-Tafall. Así, piden un sistema que potencie «las deducciones fiscales en I+D+i» y fomentar «la digitalización en toda la cadena de valor» e incentivar «el establecimiento de centros de desarrollo tecnológico y de conocimiento».
Normativa verde
En materia de sostenibilidad apuntan al ‘remanufacturing’ de automóviles y componentes, además de a incentivar la implementación de un sistema estándar para la monitorización de la huella de carbono o a potenciar el uso de energías renovables para aprovechar el potencial de España.
En este sentido, en el Informe se destaca que, con 300 días de sol al año, España tiene un gran potencial que podría ser aprovechado para poner en marcha parte de una infraestructura de recarga de acceso público para vehículos eléctricos que, señalan, en 2022 alcanzó los 18.128 puntos, muy por debajo del objetivo de llegar a los 45.000 necesarios.
El mercado y la producción del automóvil eléctrico
Otra de las claves de la competitividad pasa por adaptar la industria al nuevo modelo de fabricación de vehículo eléctrico. Además, creen necesario establecer medidas, tanto en ayudas directas a la compra de vehículos electrificados como en la simplificación de los trámites burocráticos para el desarrollo de la infraestructura de recarga.
Por otro lado, creen que España tiene que potenciar su mercado para evitar descolgarse del ritmo del entorno europeo, ya que la media europea de cuota de mercado de estos vehículos es del 21% mientras que la española está por debajo del 10%.
Ecosistema político y económico favorable
Por otro lado, creen que nuestro país debe posicionarse como un entorno «amigo» para la fabricación de componentes y automóviles y para su comercialización.
