En el universo del tuning y las modificaciones automotrices extremas, pocas hazañas llaman tanto la atención como la última obra del equipo ruso de Garage 54: un Lada equipado con un motor V-16, nada menos que de motosierras. Aunque pueda sonar disparatado, esta versión del clásico sedán soviético ha sido objeto de un ambicioso proyecto de ingeniería que llevó a este grupo de mécanicos a convertirlo en un ícono de la personalización extravagante.
Este peculiar motor fue creado uniendo 16 motosierras Hüter BS-62 de dos tiempos y 58 cc cada una. En un primer momento, el equipo había presentado este motor en su canal como una curiosidad mecánica sin aplicar a un vehículo, pero finalmente decidieron instalarlo en un Lada para ver de qué sería capaz en un entorno real. Sin embargo, para albergar semejante estructura debieron modificar profundamente el compartimiento debajo del capó, extendiendo el chasis y fabricando nuevos guardabarros.
El Lada con corazón de Bugatti
La adaptación mecánica del Lada no se limitó a las dimensiones del compartimiento. También hubo que rediseñar el sistema de frenado y el eje de dirección para sostener esta monstruosa obra de ingeniería, lo cual ya de por sí implicaba un desafío en términos de control y seguridad. Sin embargo, en su afán por mostrar cada rincón de esta compleja modificación, el equipo optó por no cubrir el motor, dejando al descubierto el insólito V-16 de motosierras para que todos pudieran admirar su trabajo.
La prueba de carretera fue todo un espectáculo. Aunque el V-16 de Garage 54 solo desarrolla unos modestos 74 caballos de potencia y una velocidad tope de 60 km/h, la máquina logró desplazarse por sí sola, algo nada menor considerando su estructura única. La aceleración del Lada modificado de 0 a 60 km/h en 26 segundos es notoriamente lenta en comparación con cualquier superdeportivo; un Koenigsegg Jesko Absolut, por ejemplo, puede ir de 0 a 400 km/h y volver a detenerse en menos tiempo.
Un coche único que se vuelve coleccionable
Garage 54 ha demostrado con esta modificación que los límites de la mecánica automotriz son solo una cuestión de imaginación, herramientas y algo de locura. En un sector automovilístico cada vez más dominado por la eficiencia y la velocidad, esta creación, lejos de competir con los deportivos de lujo, reivindica el placer de experimentar con motores y carrocerías de maneras inusuales y únicas.
Este Lada modificado es una pieza que podría no tener sentido desde una perspectiva convencional, pero como proyecto experimental, pone de manifiesto el entusiasmo por la innovación y la ingeniería lúdica que caracteriza a los proyectos de este grupo de mecánicos. El infame Lada V-16 de motosierras no solo ha marcado un hito en las modificaciones extremas, sino que, además, ha logrado captar la atención de entusiastas de la mecánica y curiosos alrededor del mundo.