Cada año, un consorcio formado por automóviles club y consumidores europeos, en el que participa el Race, analiza los diferentes modelos de sillas infantiles que llegan al mercado. Se miden cuatro parámetros -seguridad, facilidad de uso, ergonomía y sustancias perjudiciales- y se adjudica una nota para cada uno, siendo la máxima puntuación 5 estrellas. En esta ocasión se han analizado 28 sistemas de retención infantil -SRI- y los resultados son en general satisfactorios, aunque dos de ellas no superan la valoración de una estrella.
Según los resultados de los test, el modelo Silver Cross Dream + Dream i-Size Base es el único SRI que obtiene 5 estrellas. 18 sillas fueron calificadas con 4 estrellas y seis consiguieron 3 estrellas. En el lado contrario se encuentran los modelos Tex Baby Eris i-Size y Babyauto Buddy i-Size , que no superaron la calificación de 1 estrella.
El primero, Tex Baby Eris i-Size, no superó la prueba de impacto frontal porque la hebilla del arnés integral que retenía al maniquí de 15 kg no soportó las cargas, por lo que fue lanzado del SRI. Una protección deficiente contra el impacto frontal no puede verse compensada por los puntos obtenidos en otros criterios, sino que incide directamente en la nota final. En el segundo caso, Babyauto Buddy i-Size, la tapicería contiene TDCP pirorretardante en cantidades que exceden los límites establecidos en la Directiva 2014/79/UE aplicables a juguetes infantiles. Esta circunstancia provocó una rebaja de la evaluación final hasta la mínima puntuación.
Qué se le pide a una buena silla
Estos son los requisitos que se miden en cada uno de los parámetros analizados:
Seguridad: una buena silla infantil protege al niño incluso en accidentes como los que se tienen en cuenta en este ensayo. Los accidentes simulados en este test son más graves que los previstos al establecer los requisitos legales.
Facilidad de uso: diversos estudios han demostrado que, a menudo, se producen errores en el uso de las sillas infantiles. Las buenas son sencillas de utilizar e intuitivas, lo que reduce el riesgo de errores.
Ergonomía: en una buena silla el niño va cómodo y relajado. Además, ofrece el espacio suficiente tanto a niños altos como a niños robustos.
Sustancias perjudiciales: Las buenas sillas infantiles cumplen la legislación, las normas y las disposiciones sobre sustancias perjudiciales contenidas en juguetes y materiales textiles.