En la península, la ITV o Inspección Técnica de Vehículos se ha convertido en un rito de paso temido por muchos conductores. Como una suerte de examen médico para nuestro coche, define su aptitud para circular por las carreteras y garantiza que se mantiene dentro de los márgenes de seguridad y emisiones establecidos.
Llegar bien preparado a esta cita no solo aumenta las posibilidades de aprobar a la primera, sino que también puede evitar que pequeños descuidos se transformen en dolores de cabeza. Hoy, como un veterano periodista especializado en motor y tecnología, les revelo cinco chequeos cruciales que no pueden pasar por alto antes de presentarse a la ITV.
REVISIÓN ES VISIÓN: NEUMÁTICOS Y LUCES A EXAMEN
Los neumáticos son el único punto de contacto entre el vehículo y el asfalto, por eso su mantención es vital. Antes de la ITV, asegúrense de que el dibujo tenga la profundidad reglamentaria, que no tengan cortes ni deformaciones y que la presión sea la adecuada. A través de ellos, la vida puede tomar una ruta segura o desviarse hacia problemas indeseados.
En el apartado de la iluminación, es imperativo verificar que todas las luces funcionen correctamente. Las luces de posición, freno, marcha atrás, intermitentes, las de emergencia y, por supuesto, las principales; todas deben iluminar con la intensidad y color que corresponda. Un fallo aquí podría significar un viaje suplementario a la ITV.
FLUIDEZ EN EL FLUJO: FILTROS Y FLUIDOS IMPECABLES
El motor de un coche funciona gracias a la armonía entre sus múltiples componentes, y esta sinfonía mecánica demanda lubricación y combustión limpia. Por ello, antes de la inspección, es fundamental comprobar y, si es necesario, reemplazar el aceite del motor y el filtro de aceite. Un motor bien lubricado es un motor que habla bien de su dueño.
Además, el filtro de aire juega un papel crítico al evitar que partículas dañinas entren en la combustión. Asegurarse de que este filtro no esté obstruido puede marcar una gran diferencia en la evaluación de emisiones. No descuiden tampoco el líquido refrigerante y el de frenos, su estado adecuado previene averías y accidentes.
ATENCIÓN A LA SUSPENSIÓN Y DIRECCIÓN: NO DEJE PASAR NADA
La suspensión y la dirección son fundamentales para la maniobrabilidad y el confort en la marcha. Antes de la inspección es prudente realizar una revisión del estado de los amortiguadores y los muelles, así como de las rótulas y terminales de dirección. Si hay holguras o desgastes en estas partes, la seguridad de la conducción podría estar comprometida y con ello, la posibilidad de pasar la ITV.
Si el vehículo presenta tendencias a desviarse o ruidos extraños al girar el volante, es vital un chequeo más exhaustivo. En la ITV serán implacables en buscar deficiencias que puedan afectar a la estabilidad del vehículo en la carretera. No permitan que la pereza o la procrastinación jueguen en contra de su comodidad y seguridad al volante.
LA BATALLA DE LAS EMISIONES: NO HAY QUIEN SE ESCONDA
Bajo el escrutinio medioambiental, las emisiones del vehículo deben cumplir con los niveles establecidos por la normativa vigente. Un fallo común que lleva al rechazo en la ITV es la emisión excesiva de gases contaminantes. Para prevenir cualquier sorpresa desagradable, sería aconsejable realizar una comprobación de los sistemas de escape y catalizadores, así como una inspección del sistema de inyección, que debe funcionar a la perfección para garantizar una mezcla óptima de aire y combustible.
A veces, en la nube de comprobaciones mecánicas, un aspecto tan simple como la documentación relevante del vehículo es ignorado. Llevar consigo la tarjeta de inspección técnica, el permiso de circulación y, por supuesto, el comprobante de pago del seguro obligatorio, es imprescindible para evitar disgustos. Cada documento cuenta su propia historia sobre la legalidad del vehículo y su conductor, así que nunca subestimen su importancia.
UN INTERIOR QUE CUENTA: LIMPIEZA Y FUNCIONALIDAD
No se trata solo del exterior, el interior del vehículo también será objeto de inspección. Todos los mandos deben operar correctamente: el claxon, los cinturones de seguridad, que deben bloquearse adecuadamente, y los asientos, que tienen que estar bien anclados. La presencia de objetos sueltos también puede ser motivo de fallo, pues suponen un peligro para la seguridad en caso de un frenazo brusco. Además de la seguridad, la limpieza es un indicativo de mantenimiento y cuidado; un habitáculo limpio y ordenado siempre causará una buena impresión.
Finalmente, el entendimiento de cada uno de estos puntos no solo ayuda a superar la ITV con éxito, sino que también promueve la concienciación sobre la importancia del mantenimiento regular. Un vehículo bien cuidado es sinónimo de un propietario responsable y, por ende, un conductor que valora la seguridad vial. Recordemos que el respeto por las normas y un mantenimiento adecuado traduce en menores riesgos y un mejor desempeño general tanto en la vía como en la propia inspección técnica de vehículos.
Con un poco de previsión y atención a los detalles que hemos mencionado, tendrán una ventaja significativa para ese día en que su coche o moto deba demostrar su valía. La ITV, con su meticulosidad y demandas, es el espejo donde se refleja la salud mecánica y legal de nuestro medio de transporte y, en última instancia, representa nuestro propio compromiso con la cultura de prevención y seguridad en nuestras carreteras y ciudades.