China, conocida por sus monumentales infraestructuras, no solo alberga algunos de los puentes más altos del planeta y la famosa «autopista al cielo», sino que también es hogar del intercambiador de carreteras más grande y complicado jamás concebido: el intercambiador de Huangjuewan. Este colosal proyecto de ingeniería vial es una verdadera obra maestra que se extiende más de 16 kilómetros y ofrece una experiencia de conducción que se asemeja a una montaña rusa de asfalto.
Ubicado en la ciudad de Chongqing, una de las más importantes del país asiático con 17,3 millones de habitantes, y en una región que supera los 30 millones de residentes, el intercambiador de Huangjuewan fue construido para aliviar los enormes atascos y mejorar las conexiones dentro de la ciudad. Chongqing creció rápidamente y, con ello, también lo hicieron los problemas de tráfico. Este paso elevado, situado en el distrito de Nan’an, une tres autopistas principales: la G65, la G50S y la avenida Yuhang, facilitando el acceso desde el centro urbano hacia la periferia y el aeropuerto.
¿Cómo es esta impresionante carretera?
Este impresionante intercambiador consta de 20 rampas y ocho direcciones posibles, distribuidas en cinco niveles diferentes. Su altura máxima alcanza los 37 metros en ciertos puntos del nivel más alto, creando una estructura verdaderamente asombrosa. La construcción en una zona montañosa y muy irregular representó un desafío considerable, requiriendo cinco años de planificación por parte de los ingenieros. Sin embargo, una vez iniciada la construcción en 2009, el proyecto se completó en tiempo récord, abriéndose al tráfico en junio de 2017.
Para adaptarse al terreno complicado y no interrumpir el tráfico existente, se emplearon columnas tubulares de acero rellenas de hormigón y vigas compuestas. Los planos iniciales se mantuvieron casi sin cambios, aunque se realizaron algunos ajustes durante la construcción para mejorar la funcionalidad y la seguridad del intercambiador. A lo largo de los años, el diseño ha evolucionado para facilitar la circulación y minimizar el riesgo de pérdida de orientación para los conductores.
Los problemas que sufre esta carretera en China
Una de las mayores preocupaciones al conducir por el intercambiador de Huangjuewan es el funcionamiento de los sistemas GPS. Con varios niveles superpuestos, los navegadores por satélite pueden tener dificultades para determinar la ubicación exacta del vehículo. Sin embargo, los diseñadores del proyecto han trabajado arduamente para asegurarse de que los mapas estén actualizados y las rutas sean precisas.
Además, se han añadido rampas adicionales para que los conductores puedan corregir su ruta rápidamente en caso de error. El intercambiador de China está perfectamente señalizado, con carteles en inglés y mandarín, y nombres de carreteras en código numérico. Además, está equipado con cámaras y sensores que monitorizan las condiciones del tráfico de las carreteras en tiempo real, regulando el flujo de vehículos y proporcionando rutas alternativas a través de semáforos inteligentes y paneles variables en caso de congestión o accidentes.