Cuando el frío aprieta, los conductores saben que es momento de preparar su coche para el invierno: neumáticos especiales, líquidos anticongelantes, baterías revisadas. Pero, ¿sabías que tu combustible también cambia de vestuario para enfrentarse a las bajas temperaturas? Sí, así como existen neumáticos de invierno, también hay combustibles adaptados para esta estación. ¿Quieres saber cómo funcionan? Vamos a desglosarlo.
3¿Y la gasolina? También tiene su versión invernal
Aunque menos vulnerable que el diésel, la gasolina también sufre ciertos cambios en invierno. En este caso, se añaden aditivos especiales que mejoran su rendimiento en climas fríos. Estos aditivos ayudan a que el motor funcione de manera más eficiente y reducen posibles problemas derivados de la condensación de agua en el tanque de combustible, un fenómeno que puede generar obstrucciones.
El cambio de gasolina no es tan evidente ni crítico como el del diésel, pero está diseñado para optimizar la experiencia del conductor y minimizar los riesgos, sobre todo en regiones donde las temperaturas caen en picado.