El invierno somete a nuestro coche a situaciones extremas. El frio, la nieve, el hielo o la lluvia pueden alterar las condiciones de la calzada, y es por eso que en esta entrada te recomendaremos que dediques especial atención a los sistemas de tracción y ruedas, los frenos y la suspensión, para poder garantizar tu seguridad en los desplazamientos cuando el tiempo es adverso.
3El sistema de frenos siempre a punto.
En el caso de los frenos, su correcto funcionamiento depende del líquido de frenos, es muy importante revisar si el nivel está bajo o si puede haber alguna fuga. Normalmente con el frío este líquido puede ensuciarse fácilmente. Si las temperaturas bajan mucho puede, incluso, congelarse y quedar en mal estado.
Sin embargo, a diferencia de otros componentes, necesita un mantenimiento más riguroso, por lo que es recomendable comprobar los frenos al menos dos veces año. Y, en caso de detectar alguno de los siguientes síntomas, será necesario visitar taller:
- El freno está duro: si pisar el pedal al frenar supone un esfuerzo, es posible que las pastillas de freno estén desgastadas.
- El freno está blando: si al pisar el pedal de freno, no sientes la resistencia habitual, puede haber una avería.
- El vehículo chirría al frenar: si el vehículo emite ese típico sonido desagradable al frenar, puede deberse a que las pastillas de freno están desgastadas.
- El pedal de freno vibra: si esto ocurre, quizás ha llegado el momento de cambiar las pastillas o discos de freno, o bien haya alguna avería en el sistema de frenado.