A lo largo de la historia han existido todo tipo de marcas automovilísticas capaces de fabricar algunos de los deportivos más raros y atípicos. Una de esas compañías es la alemana Isdera, que entre 1984 y 1993 fabricó este particular Imperator 108i, que ahora puede ser tuyo. Pero antes de darte más detalles de esta unidad que será subastada, hablaremos de los orígenes de esta artesanal compañía.
Isdera nació gracias a la perseverancia del diseñador Eberhard Schulz, un antiguo empleado de Mercedes-Benz, quien buscaba fabricar el mejor deportivo de su época. Comenzó desarrollando un prototipo conocido como CW311 en 1978 para la propia firma alemana, pero finalmente la casa de la estrella no quedó impresionada con el proyecto, de forma que lo dejaron aparcado.
Solo existen 30 unidades
Schulz no pensaba lo mismo y por eso decidió crearlo de forma externa a Mercedes-Benz bajo la firma Isdera. La primera unidad estuvo ensamblada en 1984 y su producción estuvo en activo hasta el año 1993, aunque durante todo ese tiempo apenas se fabricaron un total de 30 unidades y este que tienes ante tus ojos es uno de 1991.
Además de porque se dice y porque está perfectamente documentado, se sabe a simple vista que este Isdera Imperator 108i es de esa época porque cuenta con unos particulares faros delanteros escamoteables al igual que el prototipo original, porque en los fabricados hasta 1991 fueron reemplazados por unos fijos más tradicionales. También se instalaron unos retrovisores normales, porque también los de esa época lucían un único espejo a modo de periscopio en el techo.
Fabricado sobre un chasis tubular y con una carrocería de fibra de vidrio, esta lucía unas puertas al estilo 'alas de gaviota' como las empleadas en los Mercedes-Benz 300 SL además de en los experimentales Mercedes-Benz C111 que habían aparecido unos años antes del prototipo de Schulz.
Usaba un motor de un Clase S
Sobre ese chasis se colocaba el motor M117 utilizado por los Clase S de la época, de forma que hablamos de un 5.0 V8 atmosférico que se conformaba con 235 CV de potencia, enviados a las ruedas traseras por medio de un cambio manual de cinco velocidades firmado por ZF. Gracias a su ligereza (poco más de 1.300 kilos) este deportivo aceleraba de 0 a 100 km/h en unos 5,0 segundos y alcanzaba los 283 km/h de velocidad punta. Si bien, las últimas unidades emplearon una versión mejorada por AMG de este corazón V8, que tenía una mayor cilindrada y que podía alcanzar los 300 CV.
Encargado originalmente por un cliente en Japón (de ahí el idioma que aparece en los adhesivos de información y en otras placas de identificación de este Isdera), se ha mantenido como una verdadera obra de arte, porque en toda su vida esta unidad apenas ha recorrido 893 kilómetros. Pero ahora son los especialistas de Bonhams quienes le van a buscar un nuevo hogar en una subasta que organizan en Mónaco, donde esperan recaudar por esta extraña joya entre 500.000 y 700.000 euros.