En el mundo de la industria automotriz, una inspección técnica de vehículos es un examen destinado a comprobar que un vehículo cumpla determinadas especificaciones de seguridad y mantenimiento. Esta inspección se realiza para garantizar la buena funcionalidad del vehículo, además de certificar que cumple con los estándares legales vigentes y con la homologación emitida por la Dirección General de Tráfico (DGT).
En España, los propietarios de un coche están obligados por la Ley a pasar una inspección técnica de sus vehículos cada dos años. Es decir, los dueños deben llevar obligada y periódicamente su automóvil a una revisión rutinaria a la que se suele llamar también como “la ITV” o “la prueba de humos”.
3¿Cómo se lleva a cabo el proceso de la ITV?
La ITV es un trámite muy sencillo. Primero, el propietario deberá llevar su coche a un centro autorizado por la DGT; allí el taller de mecánica procederá a la evaluación correspondiente. Una vez concluida la prueba, el usuario recibirá un informe con el correspondiente resultado.
En la mayoría de los casos y si los resultados son satisfactorios, el vehículo obtendrá el certificado de la ITV. Si, por el contrario, el vehículo presenta alguna anomalía mecánica relacionada con el sistema de seguridad, los frenos o el sistema de escape, el certificado no se expedirá sino hasta que los fallos no sean reparados.