Mantener nuestro coche en buen estado es un requerimiento básico para circular con seguridad. Pero lo cierto es que solo en las revisiones de ITV obligatorias se detectan cada año cientos de fallos relacionados con sistemas vitales del vehículo como los neumáticos, los frenos o la dirección.
La DGT recuerda que mantener el coche a punto salva vidas. Y es que, según sus datos, casi el 30% de los vehículos implicados en accidentes de tráfico con víctimas presenta algún fallo en su funcionamiento.
Pero, aunque hay averías evidentes, en otras el conductor no ve las señales de peligro a tiempo. Ocurre por ejemplo, en casos como los fallos en el sistema de dirección, sobre todo en vehículos que no tienen dirección electrónica, un problema sobre el que ha advertido recientemente la Asociación Española de Entidades Colaboradoras de la Administración en la Inspección Técnica de Vehículos AECA-ITV. Este tipo de fallos suponen el 5% de los defectos graves detectados por las estaciones de ITV, pero muchos conductores no saben identificarlos a pesar de que no solo pueden dejarlos tirados en cualquier momento, sino que además ponen en riesgo la seguridad.
3¿Cómo detectar un fallo en la dirección?
En el caso de direcciones con ayuda a la dirección o servodirección hidráulica, los fallos que pueden evidenciar una avería en la dirección son:
Dificultades al girar el volante: un problema de la dirección asistida puede comenzar con una leve dificultad al girar al volante. El problema podría ser simplemente un bajo nivel del líquido de la dirección asistida. Sin embargo, esto suele indicar un problema más grave como una fuga.
Chirridos o ruidos agudos al girar: a veces se puede escuchar un chirrido al girar el volante rápidamente o al conducir a velocidades más lentas. Esto a menudo puede indicar que la bomba de dirección asistida está comenzando a fallar. También pueden ser causados por una pérdida de líquido de dirección asistida. Sin embargo, el problema también puede ser causado por una correa de la dirección asistida defectuosa. Si se rompe por completo, el conductor se quedará sin asistencia en la dirección.
El volante vibra: no tiene que ver con un nivel bajo del líquido de la dirección asistida, probablemente se deba a que la correa de la dirección asistida está desalineada o incluso está rota, pudiendo causar una dirección inestable. También puede ser debido a un defecto de los neumáticos por encontrarse desequilibrados.
Líquido oscuro y sin olor: es perfectamente normal no tener que reemplazar el líquido de la dirección asistida durante largos períodos de tiempo. Sin embargo, no dura para siempre; por ello se debe comprobar el líquido en cada revisión periódica. Este debe ser normalmente de color rojo y tener un olor bastante notable. Si se presenta oscuro y no tiene olor, es probable que sea necesario reemplazarlo.
Asimismo, si alguna vez se observa espuma o burbujas acumuladas en el depósito del líquido de la dirección (ya sea nuevo o no), generalmente indica aire o agua en el sistema. Esto podría deberse a una fuga menor o incluso ser el resultado de problemas con la bomba de la dirección asistida.
Por otro lado, en el caso de que el sistema de dirección sea eléctrico, por regla general, el funcionamiento incorrecto se advertirá por medio de una señal en el cuadro de instrumentos del vehículo, aunque cualquiera de los síntomas anteriores puede significar una avería.