En España, la Inspección Técnica de Vehículos (ITV) es un requisito indispensable para garantizar la seguridad en las carreteras y reducir la incidencia de accidentes provocados por fallos mecánicos. Este proceso periódico evalúa el estado general del vehículo, asegurando que cumple con las normativas vigentes y que es apto para circular sin representar un riesgo para sus ocupantes y para el resto de los usuarios de la vía.
En la actualidad, España cuenta con más de 400 estaciones de ITV distribuidas a lo largo del territorio nacional. Estas estaciones están estratégicamente ubicadas para facilitar el acceso a los servicios de inspección técnica tanto en áreas urbanas como rurales. Las comunidades autónomas con mayor número de estaciones incluyen Andalucía, Cataluña y Madrid, reflejando también las áreas con mayor densidad de población y parque automovilístico.
Cada año, las estaciones de ITV en España realizan más de 20 millones de inspecciones técnicas a vehículos. Este número refleja tanto las inspecciones periódicas obligatorias como las revisiones adicionales necesarias para aquellos vehículos que no superan la inspección inicial y deben someterse a una segunda evaluación tras realizar las reparaciones pertinentes.
2Generalidades de la ITV
La multinacional TÜV Rheinland, especializada en servicios técnicos y con una sólida presencia en el ámbito de las ITV en España, ha difundido una serie de recomendaciones para el mantenimiento de los neumáticos y la seguridad vial. Estas incluyen revisar la profundidad del dibujo de la banda de rodadura, mantener la presión correcta, evitar maniobras bruscas, no sobrecargar el vehículo, inspeccionar regularmente los neumáticos en busca de daños y protegerlos de condiciones extremas.
La importancia de pasar la ITV radica no solo en la legalidad, sino también en la seguridad. Además de los neumáticos, los fallos más comunes que conducen a un suspenso en la ITV incluyen problemas en los frenos, la suspensión y el sistema de dirección, todos ellos componentes cruciales para el funcionamiento seguro del vehículo.
Además, es importante señalar que circular con la ITV caducada puede resultar en una multa de 200 euros, reducible a 100 euros por pronto pago. En el caso de circular con una ITV negativa, la sanción asciende a 500 euros, sin posibilidad de reducción.