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Alucina con el número de motocicletas y scooters que pasan la ITV a la primera

La Inspección Técnica de Vehículos (ITV) se ha convertido en un pilar fundamental para garantizar la seguridad vial en España, especialmente en el caso de motocicletas y ciclomotores. Desde su implementación obligatoria, este proceso ha transformado la forma en que estos vehículos se mantienen y circulan por nuestras carreteras. La ITV no solo es un trámite necesario, sino una auténtica salvaguarda que ayuda a reducir la siniestralidad y asegura que las motos que surcan las calles estén en condiciones óptimas.

La obligatoriedad de la ITV para motocicletas se instauró a mediados de la década de 1980, y en 2006 se extendió también a los ciclomotores. Este paso fue clave para mejorar la seguridad en las vías, reduciendo el número de accidentes y asegurando que estos vehículos, que a menudo son más vulnerables en caso de colisión, cumplan con estándares rigurosos de seguridad. Desde la inclusión de los ciclomotores en esta normativa, la siniestralidad ha caído en picado. Los datos hablan por sí solos: un impresionante 88% de reducción en las muertes asociadas a ciclomotores entre 2006 y 2022, pasando de 308 a solo 36 víctimas.

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¿Qué se inspecciona en una ITV de motos y scooters?

ITV Motor16

Pasar la ITV no es una simple formalidad. Los capítulos que se revisan durante la inspección de motocicletas y ciclomotores son exhaustivos y van desde la identificación del vehículo hasta aspectos más técnicos como frenos, dirección, ruedas, y emisiones contaminantes. Cada uno de estos elementos es crucial para asegurar que el vehículo puede circular de forma segura.

Uno de los puntos más problemáticos, según los datos, es el sistema de alumbrado y señalización, con un 10,7% de defectos graves detectados en este apartado. Sorprendentemente, a pesar de la importancia de “ver y ser visto” en la carretera, muchos conductores descuidan este aspecto, cuando es algo que puede revisarse fácilmente antes de la inspección.

Las emisiones contaminantes son otro foco de atención, con un 4,7% de defectos graves. Este apartado no solo evalúa los gases expulsados, sino también el ruido emitido por el motor, que es un factor de contaminación acústica en las ciudades. Finalmente, el estado de los ejes, ruedas, neumáticos y suspensión, con un 2,7% de defectos graves, es crucial para la estabilidad del vehículo y la seguridad del conductor.