Las ITV (Inspecciones Técnicas de Vehículos) en España se realizan para controlar el estado de los automóviles, furgonetas y camiones antes de que puedan circular. Esta prueba se hace para asegurar que los vehículos estén cumpliendo con los requisitos de seguridad necesarios para la circulación y así evitar posibles accidentes.
En España, la ITV es obligatoria para todos los vehículos a motor de nueva matriculación, así como para los automóviles con más de 4 años. Esta inspección es llevada a cabo por técnicos cualificados en centros homologados por las diferentes comunidades autónomas. Lo que debe comprobarse en una ITV depende de la edad del vehículo, así como del tipo de vehículo en cuestión.
A continuación, conoceremos en detalle la diferencia entre una ITV negativa e ITV desfavorable. Este tema será particularmente útil para todos aquellos propietarios de vehículos que deseen no solo entender los resultados de sus respectivas ITV también como para evitar los problemas administrativos que una ITV negativa puede acarrearles.
1¿Qué es una ITV negativa?
Cuando una ITV da resultados negativos significa que el vehículo es apto para circular pero con algunas deficiencias en algunos de los aspectos evaluados que son necesarios para la seguridad vial. En este caso, el propietario tiene que realizar las reparaciones necesarias y volver a someterse a una nueva inspección en un plazo de 30 días a partir de la emisión del informe. En este caso, el precio de la segunda inspección se reduce en aproximadamente la mitad.
Si la segunda inspección se presenta en un plazo superior a los 30 días, el propietario tendrá que abonar el importe completo de la ITV, así como a las posibles sanciones derivadas de las reparaciones no realizadas. En caso de que el resultado siga siendo negativo, se tendrá que volver a repetir el proceso hasta alcanzar el resultado adecuado.