Aunque muchos conductores no lo sepan, estos vehículos de cuatro ruedas robustos y versátiles que a menudo asociamos con caminos polvorientos o terrenos accidentados, también están obligados a pasar la Inspección Técnica de Vehículos (ITV). Estos vehículos, diseñados inicialmente para el campo y zonas montañosas, han comenzado a ganar presencia en entornos urbanos, pero como cualquier otro vehículo homologado y matriculado, deben cumplir con las normativas de seguridad vigentes.
Conocidos por su capacidad para moverse con facilidad sobre terrenos complicados, presentan ciertas peculiaridades en su conducción. A diferencia de los coches convencionales, que utilizan un volante, cuentan con un manillar, lo que hace más similar a las motocicletas en términos de manejo. Esta característica, sumada a su menor estabilidad en comparación con vehículos de cuatro ruedas tradicionales, los convierte en una opción divertida, pero potencialmente peligrosa si no se conduce con precaución. Debido a estos riesgos, la seguridad en su funcionamiento es primordial, y aquí es donde entra en juego la ITV.
1La ITV y su papel fundamental en la seguridad de los quads
Jorge Soriano, presidente de la Asociación de Entidades para la Inspección Técnica de Vehículos de la Comunidad de Madrid (AEMA-ITV), lo resume de manera clara: «La ITV no solo verifica el estado técnico del vehículo, sino que también actúa como una herramienta indispensable para prevenir siniestros viales y garantizar la seguridad vial». Esto es igualmente aplicable a los quads. Si bien son vehículos populares para actividades recreativas, estos no están exentos de cumplir con las inspecciones técnicas necesarias para circular con seguridad en vías públicas.
A diferencia de los coches, que desde el momento de su compra deben ser matriculados, los quads pueden ser adquiridos para competiciones o para uso en circuitos cerrados, lo que exime inicialmente al propietario de matricular el vehículo. Sin embargo, si en algún momento se decide que el quad circule por carreteras abiertas al tráfico, la normativa exige que pase la ITV de acuerdo a su fecha de matriculación.
La primera ITV para un quad se realiza a los cuatro años de la fecha de matriculación. A partir de entonces, la periodicidad de la inspección es la misma que para un turismo: cada dos años hasta que el vehículo cumpla diez años, momento en el cual la revisión debe hacerse de manera anual.