En el entramado tributario de cualquier país, el Impuesto sobre Vehículos de Tracción Mecánica (IVTM) se erige como un pilar fundamental, con implicaciones directas en la economía local y en la vida cotidiana de los ciudadanos.
Este tributo, también conocido como impuesto de circulación, grava la titularidad de vehículos de motor y constituye una fuente esencial de ingresos para los municipios, destinados a financiar una amplia gama de servicios y obras públicas.
Te contamos en detalle la naturaleza, la evolución y el impacto del IVTM, así como su papel en la promoción de la movilidad sostenible y la gestión del parque automovilístico.
3Periódico, se paga anualmente
Otro aspecto relevante del IVTM es su periodicidad, ya que se trata de un impuesto que se recauda de forma anual. Esto implica que los propietarios de vehículos deben realizar el pago correspondiente cada año para poder mantener la validez de la matrícula y evitar posibles sanciones por impago.
En cuanto a la gestión del IVTM, esta corresponde a los ayuntamientos y entidades locales, que son los responsables de fijar las tarifas aplicables en su territorio, así como de recaudar el impuesto y gestionar los recursos obtenidos. Para facilitar el cumplimiento de esta obligación fiscal, muchos municipios ofrecen la posibilidad de realizar el pago de forma telemática a través de internet, además de establecer puntos de atención presencial para aquellos contribuyentes que prefieran gestionar el trámite de forma presencial.