Cuando nos toca llevar el coche al taller, la mayoría pensamos en los problemas a reparar, pero no caemos en el depósito de combustible. Aunque no se nos informe al pedir cita, muchos mecánicos prefieren que lo llevemos con el tanque casi vacío, porque el nivel de combustible tiene un impacto directo en el proceso de trabajo.
Si el depósito esta lleno, complica la manipulación del coche e incrementa los riesgos durante la reparación. ¿Cuáles son exactamente los inconvenientes y por qué es mejor entregarlo sin apenas combustible? Te lo contamos en este artículo.
5¿Cómo evitar malentendidos en el taller?

El gran problema es que falta comunicación entre los talleres y los clientes. Muchas personas aún desconocen que llevar el coche al taller con poco combustible puede facilitar las reparaciones. Un vacío de información que genera frustración, especialmente cuando estas se retrasan por tener que vaciar previamente el tanque.
La solución sería sencilla y de doble recorrido: de un lado, los talleres deberían informar claramente de esta preferencia al agendar citas; del otro, los clientes también podrian consultar si el nivel de combustible importa antes de llevar su coche al servicio. No solo agilizaría el proceso, sino que mejoraría la experiencia del cliente y la eficiencia del taller. Una comunicación más abierta y efectiva puede evitar inconvenientes y ser un ‘win-win’ para ambas partes.