A partir de julio de 2024, un nuevo estándar de seguridad transformará la industria automotriz en la Unión Europea: la obligatoriedad de equipar todos los coches nuevos con un «registrador de datos de incidentes» (EDR).
Esta medida, comparable a las cajas negras de los aviones, tiene como objetivo principal mejorar la comprensión de los accidentes de tráfico y determinar las circunstancias que rodean a cada incidente.
3Funciones clave del registrador de datos de incidentes
El EDR es un dispositivo que registra datos críticos durante un periodo específico: cinco segundos previos al impacto y 0,3 segundos posteriores al mismo. Los parámetros que almacena incluyen velocidad, frenada, posición e inclinación del vehículo en la carretera, así como la activación de sistemas de seguridad incorporados, como el sistema de llamada de emergencia (eCall).
Este conjunto de información proporciona a las autoridades una visión detallada de las circunstancias que rodearon al accidente, ayudando a esclarecer la secuencia de eventos y a determinar la responsabilidad. Además, la integración con el sistema eCall, obligatorio en la Unión Europa desde abril de 2018, agrega otra capa de funcionalidad al EDR, mejorando la capacidad de respuesta en situaciones de emergencia.
