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La guerra de aranceles en EE.UU. lleva al sector automovilístico a ‘números rojos’

La posibilidad de una guerra arancelaria en América del Norte está generando gran inquietud en los mercados y provocando caídas significativas en las acciones del sector automovilístico. Este fenómeno afecta tanto a los grandes grupos europeos como a los fabricantes japoneses, que están viendo cómo sus valoraciones se desploman debido a la incertidumbre económica. A continuación, desglosamos el impacto de este escenario en la bolsa y las posibles repercusiones para el mercado automotriz.

Caídas en la Bolsa del sector automovilístico

Las primeras horas del lunes fueron testigos de un desplome en las acciones de varias empresas automovilísticas. Stellantis, un grupo que opera fábricas en México, Estados Unidos y Canadá, experimentó una caída de hasta el 6,53%, llevando el precio de sus acciones a 12,11 euros en la bolsa de Milán.

La reacción de las marcas alemanas

Los fabricantes alemanes, con una fuerte presencia en el continente americano, no han quedado exentos. BMW, que cuenta con una planta en el estado mexicano de San Luis Potosí, reportó un descenso del 3,92%, alcanzando un precio de 75,5 euros por acción en Frankfurt.

Por otro lado, Volkswagen, el mayor fabricante de automóviles en Europa, también sufrió una caída del 4,72%, con acciones que se ubicaron en 95,8 euros en el mismo mercado.

Impacto en la industria francesa

El grupo francés Renault, presente en México y en varias regiones de América, vio una leve pero preocupante caída del 2,13%, con un valor en la Bolsa de París de 48,59 euros por acción. Este descenso solo es una muestra del impacto de la incertidumbre económica global en la industria automotriz.

Un lunes negro para los fabricantes japoneses

El lunes negro del sector automovilístico no se limitó a las marcas europeas. Los fabricantes japoneses también enfrentaron dificultades en el mercado. Mazda, conocido por su modelo CX-3, cayó un 7,53% en la Bolsa de Tokio, situando sus acciones en 985,3 yenes.

En un segundo plano, Honda, que produce el modelo HR-V en Celaya, México, vio una caída del 7,2%, mientras que Nissan y Toyota también sufrieron descensos significativos del 5,62% y 5,01% respectivamente. Este comportamiento refleja cómo la amenaza de aranceles puede repercutir directamente en el negocio de fabricantes con operaciones en América del Norte.

La entrada en acción de los nuevos aranceles

La preocupación por los potenciales aranceles está no solo afectando el mercado de valores, sino también la operativa de las empresas multinacionales. Los nuevos aranceles, que incluyen un 25% para las importaciones a EE.UU. desde México y Canadá, están programados para entrar en vigor pronto, lo que mantiene a los grupos automovilísticos en un estado de continua espera y tensión.

La declaración del presidente Donald Trump

El ex-presidente de EE.UU. ha defendido su decisión de imponer estos aranceles, afirmando que, aunque «podrían causar algo de dolor», considera que el resultado final “valdrá la pena”. Esta declaración ha dejado a las empresas automotrices preocupadas por los efectos que podría tener en su producción y competitividad.

Diálogo entre los líderes de América del Norte

Los líderes de México y Canadá han mantenido conversaciones sobre la importancia de preservar la competitividad y la prosperidad en la región. Se han discutido estrategias para mejorar la seguridad fronteriza y combatir el tráfico de drogas ilegales, que son algunos de los argumentos utilizados por Trump para justificar la imposición de estos aranceles.

Temor a nuevas tarifas para Europa

Además de las preocupaciones con respecto a México y Canadá, el ex-presidente Trump ha señalado la posibilidad de nuevos aranceles a la Unión Europea. Los comentarios sobre la competitividad de los productos europeos han llevado al sector a estar alerta sobre las decisiones que puedan venir en el futuro cercano.

Las consecuencias de la guerra arancelaria

La amenaza de una guerra arancelaria puede tener múltiples repercusiones para las empresas automovilísticas. Una de las más directas es el aumento de costes, que podría trasladarse a los consumidores a través de precios más altos. Esto podría llevar a una reducción en la demanda de automóviles, afectando así los ingresos de las empresas.

Efecto en la cadena de suministro

Un aumento en los aranceles también podría complicar la cadena de suministro para las empresas automotrices. Dado que muchas de ellas dependen de piezas y componentes que cruzan varias veces las fronteras, un incremento en los costos podría hacer que la producción en América del Norte sea menos viable.