No nos cansamos de recomendarte y aconsejarte sobre las condiciones en las que tu coche, revisado y en perfecto estado contribuyen a tu seguridad y la de los demás conductores. Pero, ¿ que sucede con la posición del cuerpo en el puesto de conducción ?. Nadie nace con un volante en la mano, aunque parezca que los grandísimos pilotos de competición, así llegaron a este mundo. La conducción es un ejercicio de habilidad y necesita de adiestramiento para alcanzar las mas altas cotas de perfección.
4Después del asiento, el volante
Cuando hayas establecido la distancia del asiento, pasa a regular el respaldo. Con el brazo estirado busca que la muñeca descanse en la parte superior del volante y súbelo o bájalo hasta conseguir que no se interponga en el campo visual frontal. Es decir, cuando mires hacia delante que la circunferencia del volante no sea un obstáculo en tu mirada.
Ahora lleva las manos a los extremos simétricos horizontales del volante de giro y busca su posición segura en él. La experiencia ha demostrado que la posición ideal de las manos en el volante, es la que marcan las manecillas de un reloj, cuando son las dos menos diez.