Corría el año 1976 cuando el piloto de carreras británico Tom Walkinshaw funda en Oxford la ilustre compañía automovilística TWR, compañía que va a regresar al panorama actual como una avanzada empresa de ingeniería que también se va a encargar de fabricar sus propios vehículos. Y eso solo puede significar una cosa: sensacionales superdeportivos están al caer.
Por el momento poco se sabe de ese regreso de la mítica TWR, que bien es cierto se han atrevido a lanzar un adelanto del que será su primer proyecto y que avanzan como un ‘automóvil de alto rendimiento hecho a medida’. Sin duda palabras mayores para una legendaria empresa que ahora está en manos del hijo del fundador hace 47 años, Fergus Walkinshaw.
La nueva TWR está en manos del hijo de su fundador
Esta imagen del futuro proyecto de TWR desvela parte del perfil trasero de su máquina, el cual presenta unas líneas muy marcadas. También se intuye un techo bajo, un voladizo trasero corto… Proporciones que dejan cristalino que se trata de un sensacional deportivo, vehículo que casaría con el ilustre ADN de la firma británica.
Curioso sin duda alguna es ver el nombre del archivo de esa imagen facilitada por la empresa británica, que no es otro que el de TWR JAG T6, que bien podría hacer alusión al socio en el proyecto, que no sería otro que Jaguar, con quien TWR ha colaborado de forma estrecha desde sus orígenes.
TWR ha fabricado algunos de los coches más ilustres
TWR pretende convertirse en un constructor de “automóviles de alto rendimiento a medida” y al mismo tiempo trabajar con otras marcas para “maximizar el potencial de sus propios productos”. El comunicado de prensa emitido por la compañía británica menciona que “TWR busca preservar y perfeccionar la experiencia de conducción analógica”, lo que deja claro que su futura oferta de vehículos estará dirigida a los entusiastas de la conducción. Cierto es que en ningún momento se hace mención a los sistemas de propulsión que esconderá su criatura, pero la firma dijo que combinará «materiales modernos y conceptos de diseño innovadores con ingeniería tradicional», prometiendo que sus productos lograrán un equilibrio entre «rendimiento, estilo, funcionalidad y calidad».
Recordar que TWR llegó a desarrollar algunos de los vehículos de competición más ilustres de la historia, entre los que se incluyen el Rover Vitesse, el Holden Commodore, el Mazda RX-7 y el Volvo 850 Estate, vehículos que participaron en diversos campeonatos de turismos alrededor del mundo. Pero de sus instalaciones en Oxford también salieron criaturas de la talla de los Jaguar XJR Grupo C, que llegaron a proclamarse ganadores de las 24 Horas de Le Mans. Aunque TWR también es responsable de diseñar modelos de producción algo más ‘civilizados’, entre los que se encuentran maravillas de la talla del Jaguar Sport XJR-15, el Jaguar XJ220, el Aston Martin DB7 y el Renault Clio V6.
Poco se sabe sobre su futura criatura
Refiriéndose a esta nueva era de TWR basada en el legado de su padre, Fergus Walkinshaw dijo: “Esta nueva generación de TWR es ante todo una empresa de ingeniería que fabricará automóviles, en lugar de un fabricante de automóviles que haga ingeniería. Y esa es una distinción importante. Haremos uso de tecnología de punta, combinando nueva experiencia con artesanía tradicional para construir productos de clase mundial que definan de qué se trata este nuevo TWR. Nuestro objetivo es construir algunos automóviles realmente impresionantes e innovadores, sin las restricciones de los reglamentos ni las demandas de estilo de los fabricantes de equipos originales. Hemos recorrido los mundos de la ingeniería de rendimiento y deportes de motor para formar un equipo técnico increíblemente talentoso, incluidos algunos miembros que formaron parte del TWR original, lo que aumenta nuestro profundo conocimiento y experiencia”.
