El año 2035 pondrá punto y final a la comercialización de vehículos de combustión. A partir de ese año en los concesionarios solo verás vehículos híbridos y eléctricos. Aunque los primeros con ciertas limitaciones.
Son muchos los que tienen verdadero pavor a internarse en ese segmento de vehículo. Y no solo por la incertidumbre de cara a la autonomía o a los puntos de recarga en el caso de los eléctricos puros. Son muchos los que dudan también por el hecho de desconocer la manera de envejecer de estos eficientes vehículos y, sobre todo, a las averías a las que se pueden enfrentar. Aunque ya avisamos de que en el caso de producirse, son menos aparatosas de los que podrías imaginar.
4¿Se averían más que los coches diésel o gasolina?
Los coches eléctricos no presentan ningún motivo para pensar que estos sufren más averías que un coche gasolina o diésel. Al contrario.
El motor utilizado por los vehículos eléctricos puros y por la parte electrificada de los híbridos e híbridos enchufables, cuenta con muchos menos componentes que un motor de combustión. También carecen de vibraciones y de rozamientos que solo se traducen en mayores averías. Es por ello que estos sufren menos percances.
Los vehículos eléctricos, híbridos e híbridos enchufables, por su mecánica, suelen tener un peso superior al de coches gasolina o diésel. Eso podría dar a entender que elementos estructurales de la suspensión o incluso los propios neumáticos, soportan un mayor esfuerzo. Sin embargo hay varios estudios que demuestran que no es así, además de que los fabricantes los desarrollan teniendo en cuenta todos estos factores.