El año 2035 pondrá punto y final a la comercialización de vehículos de combustión. A partir de ese año en los concesionarios solo verás vehículos híbridos y eléctricos. Aunque los primeros con ciertas limitaciones.
Son muchos los que tienen verdadero pavor a internarse en ese segmento de vehículo. Y no solo por la incertidumbre de cara a la autonomía o a los puntos de recarga en el caso de los eléctricos puros. Son muchos los que dudan también por el hecho de desconocer la manera de envejecer de estos eficientes vehículos y, sobre todo, a las averías a las que se pueden enfrentar. Aunque ya avisamos de que en el caso de producirse, son menos aparatosas de los que podrías imaginar.
7¿Qué diferencias hay en las revisiones frente a vehículos gasolina o diésel?
Cuando un vehículo eléctrico llega a la pertinente revisión, en ella se comprueba el líquido refrigerante que utiliza el motor eléctrico y la batería principal. Por otro lado también se revisa el estado del cable de recarga, así como los cables y las fundas de la línea de alta tensión del vehículo. En esa revisión se inspecciona el paquete de baterías cuando este es accesible, el estado del conector de carba y se realiza un diagnóstico del estado de la batería del vehículo.
Con ello se da a conocer también la salud de la batería principal del coche, el elemento más caro de cara a una avería.