La exclusiva compañía americana Lincoln, eligió el Salón Internacional del Automóvil de Norteamérica de 2004 para presentar al mundo entero un extraordinario descapotable que fue bautizado con el nombre de Lincoln Mark X. Aquella criatura no era otra cosa que un prototipo capaz de avanzar el que podría llegar a convertirse en su cabrio de representación. Algo que jamás llegó a suceder.
Diseñado para homenajear a los ilustres modelos de la compañía americana, este Lincoln Mark X presentaba detalles que no dejaban a nadie indiferentes. Recuerda que hay que remontarse 20 años en el tiempo para ponernos en situación. En la parte delantera llamaba poderosamente la atención su enorme parrilla de aluminio pulido, la cual estaba escoltada por dos pequeños y minimalistas grupos ópticos.
Este Lincoln Mark X se presentó en Detroit hace ya 20 años
Apenas había adornos en la escultural carrocería de este Lincoln Mark X, que presentaba un diseño elegante a la par que sencillo. Otros detalles exclusivos eran los tiradores de aluminio pulido para las puertas, que emergían cuando se pulsaban. Este mismo acabado es el que los diseñadores de la casa americana dieron a sus llantas de 18 pulgadas, tras las que se escondía un poderoso equipo de frenos firmado por Brembo.
Otra parte identificativa de este Lincoln Mark X era la zaga al más puro estilo ‘cola de barco’. Sus grandes dimensiones permitían que ahí debajo cupiera el techo rígido que presentaba este prototipo, el cual además presentaba una parte superior fabricada en cristal para inundar de luz el habitáculo y que se operaba de forma eléctrica, pudiéndose ocultar en su maletero en cuestión de 30 segundos. En su zaga es donde los diseñadores de la compañía americana colocaron unos pilotos LED, tecnología que por aquellos entonces parecía de ciencia ficción, pero que ellos mismos aseguraban que podían ‘iluminarse casi 200 milisegundos más rápido que las bombillas tradicionales’.
Nacía sobre la base de un Ford Thunderbird de la época
Este sensacional Lincoln Mark X nacía desde la base de la última generación que llegó a existir del mítico Ford Thunderbird (recuerda que Lincoln es como la marca premium de Ford al otro lado del océano), con el que compartía dimensiones exteriores. Y es que estamos hablando de un vehículo que mide 4,70 metros de largo, 1,84 metros de ancho y 1,30 metros de alto, el cual además se sustenta sobre una plataforma con 2.764 milímetros de distancia entre ejes.
Al igual que el mencionado Thunderbird, el interior de este sensacional Lincoln Mark X está confeccionado como un puro biplaza, que en este caso ha sido debidamente tapizado con un cuero Lime Sorbet adornado con detalles en color blanco y elementos en aluminio pulido. La casa americana también fabricó a la medida de este prototipo componentes como los relojes que hay detrás de su volante, e incluso el sistema multimedia con pantalla de 7 pulgadas que es ‘de mentira’, pues incluso muestra que el vehículo está estacionado junto al hoyo 8 del sensacional campo de Pebble Beach.
Mecum sacará a subasta este Lincoln Mark X
El nacer de la base del mencionado Ford Thunderbird hace que bajo el capó delantero de este Lincoln Mark X se encuentre el conocido bloque 3.9 V8 atmosférico que animaba a ese modelo de la firma del óvalo azul. Bloque que proporciona 284 CV de potencia a 6.000 rpm, además de 388 Nm de par motor a 4.000 rpm, cifras que se enviaban a sus dos ruedas traseras por medio de un cambio automático de 5 velocidades.
Serán los chicos de Mecum Auctions los encargados de buscar ahora un nuevo hogar a este prototipo que debutó hace ya 20 años en Detroit. Y lo harán el próximo mes de marzo en Glendale. Ni ellos mismos han realizado una estimación sobre cuanto se puede llegar a pagar por este Lincoln Mark X, que cierto es, ha cambiado de manos unas cuantas veces a lo largo de su vida. Y se sabe que se han pagado en el pasado 101.750 y 129.250 dólares (94.485 y 120.020 euros). Cifras que no serán complicadas de conseguir si alguien se encapricha de esta criatura única en el mundo.