En la pintoresca localidad asturiana de Cangas de Onís, ubicada en el corazón de los impresionantes Picos de Europa, ha aparecido pintada la línea de la discordia. Los turistas que disfrutan de sus vacaciones se han sorprendido al encontrar una enigmática señalización pintada en la plaza del Mercado. Esta plaza de doble sentido, con coches estacionados en ambos lados, solía ser escenario de problemas de tráfico debido a los vehículos que utilizaban el área central para estacionar y realizar diversas actividades.
En respuesta a esta situación, los responsables del tráfico en el ayuntamiento decidieron pintar una señal que delimitara los dos carriles y prohibiera el estacionamiento en el área central. Sin embargo, esta peculiar señal ha desconcertado a los habitantes de Cangas de Onís, quienes la han apodado como «la rayona».
2El error de señalización
A pesar de la claridad en la función de la señal amarilla discontinua, su aplicación en este caso específico ha sido poco convencional y ha generado confusión. En lugar de pintar un cebreado amarillo, que indicaría claramente la prohibición de estacionar, se optó por ensanchar una línea amarilla discontinua.
Esta decisión ha llevado a interpretaciones erróneas y malentendidos por parte de los conductores y habitantes de Cangas de Onís.