Las líneas verdes que decoran algunas carreteras españolas han llamado la atención de medios internacionales, destacando su utilidad como herramienta para engañar al cerebro de los conductores y promover la seguridad vial. Estos trazos, que avanzan paralelos a los límites blancos de la calzada, no son meros adornos, sino una estrategia visual diseñada para influir en el comportamiento de los automovilistas.
1Un proyecto impulsado por la seguridad
Este innovador concepto de señalización vial es el resultado de un ensayo llevado a cabo en 2017 por la Junta de Castilla y León y la Dirección General de Tráfico (DGT), que mostró una eficacia notable en los años siguientes a su implementación. Las líneas verdes se extienden en tramos seleccionados de carreteras como la CL-615 y la CL-613, generando una sensación de estrechamiento de la calzada que induce a los conductores a reducir la velocidad de manera inconsciente.