La seguridad en las carreteras es un tema crucial en la sociedad española. El 90% de los usuarios españoles que circulan por la vía pública expresa su temor a los comportamientos arriesgados de otros conductores. Esta es una de las conclusiones destacadas del estudio ‘Compartir la carretera’, llevado a cabo por Ipsos para la Fundación Vinci Autoroutes, que analiza las diferentes dinámicas de convivencia en las carreteras. A continuación, desglosaremos las principales inquietudes y hallazgos que emergen de este estudio.
Miedo generalizado a la agresividad vial
Los resultados del estudio indican que la percepción de riesgo es generalizada entre los diferentes grupos de usuarios de la carretera. Un alarmante 85% de los ciclistas teme los comportamientos de los demás en la vía, mientras que esta cifra asciende al 89% en el caso de los conductores de automóviles y también entre los usuarios de vehículos motorizados de dos ruedas. Este panorama evidencia un escenario en el que la diversidad de medios de transporte complica la convivencia en las vías.
Además, un 93% de los peatones manifiesta su preocupación por la falta de detenciones en los pasos de peatones por parte de los automovilistas. Complementando esta problemática, el 66% de los encuestados confirma haber tenido roces en la acera con bicicletas, patinetes o hoverboards, lo que señala una creciente conflictividad entre los diferentes modos de desplazamiento.
La inseguridad de los ciclistas en Europa
La sensación de seguridad varía notablemente entre los países europeos en lo que respecta al uso de bicicletas. Mientras el 93% de los ciclistas neerlandeses se sienten seguros, solo el 59% de los franceses comparte este sentimiento, la cifra más baja entre los 11 países analizados. Esta disparidad resalta la necesidad de mejorar las infraestructuras y la educación vial en los países menos seguros.
Uso desmedido del teléfono móvil al conducir
El estudio también pone de manifiesto un comportamiento preocupante: el uso del teléfono móvil mientras se conduce. En España, un 67% de los encuestados admite que utiliza su teléfono mientras circula. Este comportamiento no solo afecta a los conductores, sino que se extiende a los peatones, con un 64% reconociendo su uso en la vía. En el caso de ciclistas y motoristas, las cifras son del 43% y el 46%, respectivamente.
La normalización de esta conducta puede tener consecuencias fatales. El 65% de los conductores españoles admite haber cruzado un semáforo en ámbar o rojo, lo que pone en evidencia una falta de respeto por las normas de tránsito. En el ámbito de los ciclistas, la infracción también es común, con el 54% alegando que lo ha hecho en situaciones inapropiadas. Además, el 71% de los peatones confiesa haber cruzado en rojo y el 81% lo hace ocasionalmente por donde no hay paso de peatones.
Individualismo y falta de señalización
Un punto que destaca en el estudio es que menos de la mitad de los conductores (solo un 48%) activa sus intermitentes para señalizar maniobras, lo que refleja un individualismo preocupante y una actitud negligente hacia otros usuarios de la vía. Este comportamiento no solo eleva el riesgo de accidentes, sino que también contribuye a un ambiente tenso en las carreteras.
Riesgos para los ciclistas: Iluminación y uso del casco
La falta de dispositivos de iluminación y equipos reflectantes es un problema grave que afecta a la seguridad de los ciclistas. Un 34% de los ciclistas habituales en España ignora la importancia de estas medidas de seguridad, lo que aumenta su vulnerabilidad. Aunque el uso de casco es obligatorio en España fuera de áreas urbanas, sólo el 52% de los ciclistas lo utiliza de manera habitual, cifra que está muy por debajo del 54% en el Reino Unido y el 51% en Francia.
Comportamiento de conductores que usan la bicicleta
Curiosamente, el estudio sugiere que aquellos conductores que también utilizan la bicicleta tienden a respetar mejor las señales de tráfico. Un 50% de estos conductores cree que cumplen mejor con las normativas cuando están en bicicleta, y el 77% sostiene que montar en bicicleta requiere mayor precaución en comparación con conducir un coche. Esto pone de relieve la importancia de fomentar el uso de la bicicleta como medio de transporte alternativo, ya que puede generar una mayor conciencia sobre la seguridad vial.
La problemática de los carriles bici
Sobre la infraestructura de la bicicleta, el estudio detalla que los carriles bici segregados están concebidos para su uso exclusivo por bicicletas y vehículos de movilidad personal. Sin embargo, el abuso de estos espacios es común. Un 49% de los conductores de vehículos motorizados de dos ruedas admite utilizarlos inapropiadamente, al igual que el 13% de los automovilistas que admite estacionarse allí. Adicionalmente, el 28% de los automovilistas afirma abrir la puerta sin verificar si hay ciclistas cerca, creando una situación de peligro.
Hacia una convivencia más segura
La creciente diversidad de medios de transporte en las carreteras españolas plantea un desafío que requiere atención inmediata. Es fundamental abordar las inquietudes derivadas del comportamiento arriesgado de los usuarios de la vía.
Es imprescindible promover campañas de concienciación y educación vial que conciencien sobre la importancia de las normas de tráfico y del respeto mutuo entre los diferentes actores viales. Asimismo, se debe trabajar en la mejora de la infraestructura para asegurar que todos los usuarios de la carretera, ya sean ciclistas, automovilistas o peatones, se sientan seguros y respetados.