«No pago. ¡Que no! Yo esa multa no la pienso pagar». ¿Te suena? Después de las fases de negación, ira y decepción llega la aceptación de la pérdida. Para todo en la vida, pero también cuando hablamos de una multa. Eso sí, puede haber casos en los que, como vemos, alguien se enroca en su convicción plena de que no ha hecho nada malo.
La realidad es que, si conduces, conviene que tengas claros los conceptos y plazos básicos que te pueden librar de una multa porque, a veces, el berrinche es menos si tienes de antemano toda la información. Vaya por delante que lo suyo es que cumplas todas las normas de circulación porque, si lo haces todo bien, no podrán multarte. Pero, dado que los despistes existen, quédate con algunas ideas.
1Las multas, como los delitos, también prescriben
Por ejemplo, es muy importante tener claro que las multas prescriben si no te las notifican en un tiempo determinado. Seguro que ya estás pensando en no abrirle la puerta al cartero durante meses y ponerlo como excusa. Pues no, no cuela. Aunque tiene que quedar constancia de la recepción del interesado, si no abres la puerta, la sanción se publicará en el Tablón Edictal único y el Estado entenderá que te has enterado.
Eso sí, puede suceder que no te hayan dejado aviso en el buzón y que sospeches que el cartero no ha pasado por ahí, pero te enteres por el BOE. Si quieres consultar cualquier cosa del expediente tienes derecho a pedir toda la información al respecto ante el organismo que te puso la multa. Y ahí es donde el tema se puede alargar y consigas salir beneficiado. Acompáñanos para saber más.