A berlinas deportivas como el Audi A5 Sportback o el BMW Serie 4 Gran Coupé les saldrán este año dos serios rivales. Uno es el Volkswagen Arteon, sucesor del CC, y otro es el Kia Stinger, que la casa coreana destapó hace unas semanas en Detroit y que ahora acabamos de conocer en directo en Milán, durante la presentación del modelo con especificaciones europeas, a la venta desde octubre.
Nadie debe pensar que se trata de un Optima «musculado», pues estamos ante un coche muy diferente y que parte de una plataforma de la división Génesis, modificada en profundidad para reducir hasta 200 kilos de peso. Mide 4,83 metros de longitud por 1,87 de anchura, y si las vistas frontal y posterior hablan de deportividad, el perfil también transmite dinamismo: enorme distancia entre ejes -2,91 metros-, habitáculo retrasado y morro prominente -el motor es longitudinal-, línea de techo descendente a partir del pilar central… En el habitáculo, de cinco plazas, protagonismo para una excelente postura al volante, pues el asiento va muy abajo y disfrutamos de un salpicadero envolvente y ordenado. Detrás se acomodan mejor dos adultos que tres, y no tanto por la anchura, sino porque el techo no es muy alto -los pasajeros de más de 1,85 rozarán- y eso se aprecia más en la plaza central; y porque no hay mucho hueco para los pies bajo las banquetas delanteras. En cuanto al maletero, Kia habla de 400 litros, que no es demasiado para un coche de su tamaño.
Cinco modos de conducción
La firma coreana echa el resto en el capítulo técnico. Y debería notarse ya la mano de Albert Biermann, que en 2014 llegó a Kia, procedente de BMW M, para ocuparse del rendimiento y la conducción. El Stinger recurre a un chasis con un 55 por ciento de acero de alta resistencia, lo que se traduce en más rigidez y, por ende, en confort -reducción de los niveles NVH de ruido y vibración- y estabilidad. La suspensión delantera MacPherson y el eje trasero multibrazo se combinan con una amortiguación de control electrónico que funciona de forma predictiva -según las condiciones de la carretera o el estilo de conducción- y llega a optimizar la agilidad en zonas de curvas suavizando la respuesta del tren delantero a la vez que endurece el tarado de los amortiguadores traseros. Además, el conductor puede elegir entre los programas Personal, Eco, Sport, Comfort y Smart.
De serie, la dirección asistida tiene relación variable y responde también a cinco modos de ajuste, y toda la gama comparte el nuevo cambio automático de ocho marchas, con levas en el volante y sus correspondientes cinco modos de conducción. En el Sport+, por ejemplo, las versiones de tracción total dan máxima prioridad a la motricidad posterior.
Y ya que citamos la tracción, decir que sólo con el motor diésel -un 2.2 de 202 CV exclusivo para nuestro continente- se podrá escoger entre versiones de propulsión trasera y de tracción total; pues en gasolina, el 2.0 Turbo de 255 CV estará disponible sólo con tracción trasera, mientras que el 3.3 Biturbo V6 de 370 CV implica tracción total, además de otras características específicas, como frenos Brembo con cuatro discos ventilados y neumáticos más anchos detrás que delante.
Decir, por último, que el Stinger ofrecerá lo último en asistentes de conducción, incluyendo algunos inéditos en Kia.