Desde el 1 de julio de 2021, la señalización de los incidentes en carretera ha cambiado hasta el punto de alcanzar un punto de no retorno casi irreversible. Y es que se puede realizar mediante los tradicionales triángulos reflectantes, pero también con las nuevas luces de emergencia V-16, algo que la nueva ley de tráfico ha reafirmado.
El decreto de auxilio en carretera aprobado el año pasado no engaña y, por supuesto, esta circunstancia ha aumentado la demanda de dispositivos V-16 luminosos para sustituir a los clásicos triángulos. Por tanto, el conductor confuso se pregunta ¿cuál es mejor utilizar ahora?
4Los riesgos de luces de emergencia que no estén homologadas
Aunque de primeras te parezca aburrido y engorroso, el trámite administrativo de la homologación es más que necesario para garantizar que el conductor disponga de un dispositivo adaptado a las necesidades de su uso. De lo contrario, podría carecer de la potencia lumínica necesaria. Su color o frecuencia también pueden ser distintos a los exigibles por seguridad.
Otro aspecto que se comprueba a rajatabla es que el dispositivo se fija con estabilidad a una superficie plana y que soporta una resistencia concreta, evitando así que se caiga al suelo con los problemas que puede conllevar esa situación. Por cierto, también es importante garantizar su estanqueidad, tanto frente a las partículas solidas como al agua, con un índice de protección IP54.
Por último, la luz de emergencia tiene que ser resistente. Si cuenta con la resistencia suficiente para evitar su deterioro por impactos durante su almacenamiento, así como a la humedad o las temperaturas extremas, será digna de homologación. Resulta evidente, por tanto, la conveniencia de adquirir un dispositivo que ofrezca las garantías necesarias para estar operativo en ese día que se requiera su uso.