En Madrid, el tema del aparcamiento es un hervidero constante, y los barrios obreros no escapan al debate. Ahora es el turno del Puente de Vallecas, donde los residentes de cinco de sus barrios —San Diego, Portazgo, Numancia, Palomeras Bajas y Palomeras Sureste— decidirán si quieren ver sus calles pintadas de azul y verde, símbolos del Servicio de Estacionamiento Regulado ( SER). Mientras tanto, Entrevías queda fuera de la consulta, avivando las tensiones entre quienes ven en esta medida una solución y quienes consideran que es un simple mecanismo recaudatorio.
La consulta, abierta hasta el 25 de noviembre a través de la plataforma Decide Madrid, ha generado opiniones enfrentadas. Para algunos, es la oportunidad de liberar sus calles del “efecto frontera”, donde vehículos de otros barrios colapsan las zonas gratuitas. Para otros, es un nuevo golpe al bolsillo, pues aunque los residentes tienen tarifas reducidas, el coste anual no deja de ser un tema sensato.
5Un futuro incierto
Si los vecinos de Puente de Vallecas dan su visto bueno, el SER podría implantarse en diciembre, siguiendo el modelo aplicado en Usera. No obstante, el proceso no termina con la votación. La implementación efectiva requerirá ajustes y una comunicación clara para evitar tensiones innecesarias.
Por ahora, los vecinos están divididos. Mientras algunos esperan que los parquímetros sean el remedio a años de caos vehicular, otros lo ven como un paso más hacia la privatización del espacio público. El tiempo dirá si esta medida consigue equilibrar la movilidad en la zona o si, como dicen algunos, solo añade una razón más para “fumar en pipa”.