Desde el 1 de julio de 2024, Madrid ha intensificado sus medidas para reducir la contaminación ambiental. Ahora, los vehículos sin la etiqueta ambiental de la Dirección General de Tráfico (DGT) enfrentarán multas de 200 euros si circulan en la Zona de Bajas Emisiones (ZBE) comprendida entre la M-30 y la M-40. Esta sanción se aplica especialmente a los coches con clasificación ambiental A, que son los más contaminantes y carecen de distintivo de la DGT.
El endurecimiento de estas medidas es el resultado de un calendario de restricciones de cuatro años. En enero de 2022, comenzaron las prohibiciones en el interior de la M-30, que se extendieron a la propia circunvalación y sus accesos en enero de 2023. Para enero de 2024, la restricción se amplió a todo el municipio. La etapa final se completará en enero de 2025, cuando todos los coches sin etiqueta, incluidos los empadronados en Madrid, estarán prohibidos.
3La necesidad política
El alcalde José Luis Martínez-Almeida ha defendido estas medidas como necesarias para cumplir con los límites europeos de contaminación y mejorar la salud pública. Aunque algunos sectores han criticado las restricciones por su impacto en la movilidad y la actividad económica, el Ayuntamiento prevé que con la aplicación de multas, los vehículos más contaminantes desaparecerán rápidamente de la ciudad. En la actualidad, los coches sin etiqueta representan solo el 2.3% del total de tránsitos en el interior de la M-30, y se espera que esta cifra siga disminuyendo.
En resumen, Madrid está dando pasos firmes hacia una movilidad más sostenible y un aire más limpio. La imposición de multas a los vehículos sin etiqueta ambiental es una parte crucial de este esfuerzo, y los resultados iniciales indican que la ciudad está en el camino correcto para cumplir sus objetivos ambientales y de salud pública.
