En las últimas semanas, ha surgido un fenómeno preocupante en algunas carreteras, donde conductores o ciclistas están tomando la justicia por su mano y pintando marcas viales de manera ilegal. Aunque estas acciones tienen como objetivo mejorar la seguridad, especialmente para ciclistas, podrían acarrear sanciones graves. Este tipo de intervenciones no solo son ilegales, sino que también pueden generar confusión en el tráfico, lo que pone en riesgo tanto a conductores como a peatones.
1La tendencia de las marcas viales anónimas
En ciertos tramos de carretera, especialmente aquellos con alta siniestralidad, algunos usuarios han decidido actuar por su cuenta. Aprovechando el anonimato que ofrece la noche, pintan marcas en las calzadas para advertir a otros conductores de la presencia frecuente de bicicletas. Esto ha ocurrido, por ejemplo, en una carretera entre Millau y Peyre, en Francia, donde se han visto señales de bicicletas pintadas en mitad de los carriles.
A pesar de que los responsables de estas pintadas parecen ser ciclistas que buscan mejorar su seguridad en rutas peligrosas, este tipo de actos pueden acarrear sanciones severas. La normativa establece multas que pueden alcanzar los 3.000 euros para aquellos que modifiquen o inventen señales de tráfico, lo que incluye estas marcas no oficiales en la carretera.